Por UJS-PO
La asamblea del CEFyL llevada a cabo el jueves 11/4 fue particularmente ilustrativa de la situación en la que se encuentra el centro de estudiantes.
Si bien se pudo votar un plan de lucha con fuerte limitaciones, no sólo se expresó una enorme falta de claridad a la hora de discutir cómo enfrentar el ajuste en la facultad. Sino que incluso la asamblea terminó en escándalo: La Juntada se retiró de la misma cuando, al no querer discutir a fondo la situación financiera del centro (que llevó por ejemplo a que no se haya podido pagar el sueldo de diciembre de los becarios), una moción presentada por los becarios sorteados terminó en gritos, empujones y golpes de puño.
Reivindicaciones
Para empezar, la asamblea fue convocada con un mes de atraso. La paritaria docente por un monto miserable y por un año y medio parece no haber sido suficiente para la gestión de la facultad que ha encarado un proceso de recorte directo de cursadas. Ocurre que en 35 materias no se están aprobando las designaciones docentes para reemplazar a otros que dejan su cargo (por jubilación, fallecimiento, renuncia o lo que fuere). Ni hablar de que esa misma gestión se niega a votar la planta docente para el segundo cuatrimestre previamente a conocer la cantidad de inscriptos. ¿Pretenden que nos anotemos a las materias sin saber si las vamos a poder cursar? También han avanzado en el recorte de las horas extras de los trabajadores no docentes, por eso es que, por ejemplo, la biblioteca no abre más los sábados.
Desde antes del inicio de clases también estaba planteada la eliminación de los $400mil que el ministerio de educación otorgaba para financiar la asignación Jauretche. El corto vuelo de esta “nueva” beca fantasma permite apreciar con mucha claridad el profundo retroceso en las conquistas estudiantiles. Pasamos de una beca de apuntes gestionada por el CEFyL recibida por casi 1300 estudiantes y financiada por la gestión (un paso adelante del resto de los centros de estudiantes de izquierda que financia con mucho esfuerzo sus propias becas) a la nada misma: a una “beca nacional” para la cual hay que presentar un certificado de indigencia y para colmo ostenta el miserable monto de $360 (¡menos que las Sarmiento de la UBA!).
A la hora de discutir estos “nuevos-viejos” ajustes se manifestó una total falta de claridad sobre cómo enfrentarlos. El principal exponente de esto se expresó en la conducción yendo a contrapelo de desarrollar un plan de lucha con un programa reivindicativo claro, ya que no trajo a la asamblea ningún tipo de iniciativa y para colmo intentó retrasar el debate que los estudiantes saldamos el año pasado con un plebiscito que se pronunció categóricamente por recuperar las becas de apuntes a las (que La Juntada ve como dañinas para el centro). La desidia total sobre el punto se explica porque no piensan mover un dedo para desarrollar a fondo el plan de lucha, y así lo han expresado sus militantes.
Pero incluso en nombre del CEFyL, en la Junta Representativa de la FUBA (conformada por las presidencias de los trece centros de la UBA) votaron en contra de movilizar este martes al Ministerio de Educación, bloqueando la unificación de nuestras demandas a las de todas las facultades, docentes y estudiantes de la UBA. Argumentan que es mejor “más adelante o en otro momento”… ¿Proponen aceptar sin más el ajuste en la educación o acaso depositan expectativas en que el tema se resuelva con “gestiones” de pasillo?
La necesidad de un plan de lucha estaba planteada hace semanas.
El Centro de estudiantes, disuelto
La inacción y el desarrollo de la asamblea pusieron sobre la mesa un problema de suma importancia. La conducción del centro no sólo a retrasado las iniciativas por los reclamos de los estudiantes sino que de a poco despoja al CEFyL de su función específica: la de garantizar la cursada de los compañeros, ubicándose a su vez como referencia política de la pelea para que sea el Estado el que se haga cargo de las mismas. En este contexto una secretaría de apuntes que recorta desgrabados, que tiene las copias sólo un centavo más baratas que en los kioskos, que no otorga ningún tipo de beca de apuntes (como sí hacen el resto de los centros conducidos por la izquierda) ni organiza a los estudiantes para que la gestión se haga cargo de las mismas, pierde su función política de organización estudiantil y pasa a ser algo más parecido a una cooperativa que a un centro de estudiantes.
El modo en el que terminó la asamblea, con la trifulca ya mencionada, pinta de cuerpo entero el momento que atraviesa el centro de estudiantes. Toda una metáfora de la disolución política del centro y sus instancias de organización estudiantil como la asamblea.
Plan de lucha
A pesar de todo, se logró votar un plan de lucha en torno a las reivindicaciones de las becas, las condiciones de cursada y las designaciones docentes. En la votación no se aprobó nuestra propuesta de una jornada de lucha, con corte de calle, clases públicas y un plenario del Centro para discutir estos problemas con el conjunto de los estudiantes. Por lo que simplemente se votó una movilización a la comisión de hacienda, sumarnos a la marcha de apertura del congreso del la FUBA al ministerio del 16/4 y una movilización al consejo directivo del 23/4, Materializarlo implicará superar los límites impuestos por la propia conducción del centro de estudiantes.
La UJS – Partido Obrero, Secretaría General del CEFyL se compromete a poner todas sus energías en desarrollar a fondo la campaña. Llamamos a todos los estudiantes a tomar en sus manos este desafío.
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PO, Mella-Marea Popular, y afines, son patéticos.
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Se pasan la vida en esta rosca de vuelo corto, asambleas truchas rosqueadas por militantes, documentos chicaneros unos contra otros, acusaciones sesgadas contra todo ente estatal (excepto cuando se trata de un Decano que les entrega cargos, como pasó en FADU y Sociales más de una vez), siempre de espaldas a los estudiantes y ni hablar al resto del Pueblo.
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Masturbandose discursivamente en sus OVNIS, creyendose Che Guevaras que en verdad no hacen más que afanar guita de las fotocopiadoras para sus Partidos microscópicos marginales y antidemocráticos.
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Hasta que un día crecen, dejan de militar y vuelven a su vida burguesa.
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Obvio que el resto de las agrupaciones de la UBA son una mierda también. Sobre todo La Campora, que cada vez se parece más a una secta troska, solo que manejada por un Gobierno que reparte guita y puestos.