La agresión sufrida ayer por el presidente de la Corte Suprema de la Nación, Ricardo Lorenzatti, por parte de miembros de la Agrupación Hijos y Nietos de Presos Políticos (relacionados a ex represores de la dictadura militar), que intentaron detener la presentación de su libro “Derechos humanos: Justicia y reparación” en la Facultad de Derecho de la UBA, generó un fuerte rechazo desde todos los sectores involucrados en la política de derechos humanos.
La diputada nacional por Libres del Sur y presidenta de la comisión de DDHH, Victoria Donda, expresó: “Me solidarizo profundamente con el Dr. Lorenzatti por los injustos agravios recibidos por este grupo de activistas en contra de la defensa y garantía de los derechos humanos que venimos sosteniendo en los últimos años”.
Y agregó que «hace rato demostramos que los juicios de lesa humanidad no son un acto de venganza, sino de justicia y memoria histórica, por lo cual Argentina es reconocida en todo el Mundo. Ahora, a diferencia de lo que sucedió durante la dictadura, los juicios se hacen respetando el debido proceso y el Estado de derecho. Creo que la respuesta del magistrado fue muy madura, que con paciencia pero sin dejar de ser firme ante los gritos de los jóvenes procesistas, mantuvo y repitió que ‘No vamos a retroceder en los juicios de lesa humanidad’”.
Por su parte, mediante un comunicado, la Secretaría de Derechos Humanos aseguró que quienes agraviaron al magistrado fue «un minúsculo grupo de nostálgicos del terrorismo de Estado».
Así, el secretario Eduardo Luis Duhalde hizo llegar «su solidaridad con el Magistrado y su repudio a quienes intentan detener el Proceso de Memoria, Verdad y Justicia».
Derechos Humanos indicó que «los juicios por crímenes de lesa humanidad forman parte del contrato social de los argentinos y por ello no admiten vuelta atrás», ya que es una «decisión de los tres poderes del Estado».
«En el mismo sentido, compartimos la iniciativa lanzada por el Magistrado, en relación a la necesidad de institucionalizar definitivamente el Proceso de Memoria, Verdad y Justicia que se lleva adelante en nuestro país, y de difundirlo en toda su extensión a través de la cultura y la educación, como garantía de no repetición de las aberraciones del pasado», finalizó el texto.
En tanto, la integrante de la línea fundadora de Madres de Plaza de Mayo, Taty Almeida, afirmó: «Me da mucha pena por estos jóvenes que se han criado en la mentira y no han sido capaces de analizar que están defendiendo a genocidas, y que los juicios que se están realizando se ajustan a derecho».
Durante su exposición, Lorenzetti fue ovacionado en varias oportunidades por el público, entre los que se encontraban el ministro de justicia Julio Alak; la decana de la Facultad de Derecho, Mónica Pinto; la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; la presidenta de Madres de Plaza de Mayo-Línea fundadora, Marta Vásquez; y el juez federal Carlos Rozanski, entre otros.