Oligarquía Terrateniente: Ayer y Hoy

Por Fernando Scarani

Durante los dos últimos años se dio en el seno de la sociedad y actividad política de la nación Argentina un debate acerca de la transformación de un modelo económico-social generado por la intención de introducir un cambio en el porcentaje de las retenciones al las exportaciones agrarias. Esto genero un revoloteo por parte de los grupos económicos relacionados con las actividades agroexportadoras, pero esto esta lejos de ser un fenómeno nuevo en la Argentina.

Desde los tiempos de la Revolución de Mayo allá por 1810 que el país se debate a grandes rasgos entre dos modelos, que descriptos en relación al movimiento hacen referencia uno a lo estático o conservar y el otro al cambio o transformar. Lo estático no es otra cosa que conservar las estructuras político-económicas del poder y el cambio en pensar en las alternativas político-económicas para generar poder.

Pensemos entonces en un primer instante el la Revolución de Mayo, que es donde por primera vez aparece esta discusión sobre conservar o transformar. En primer lugar habría que preguntarse si se trato o no de una revolución. De alguna forma se puede pensar que fue una revolución en el sentido que nos encamino hacia la independencia nacional pero por otro lado esta claro que no fue una revolución social ya que esencialmente no se modificaron la relaciones sociales de producción que predominaron durante la colonia. Aunque la revolución fue llevada a cabo en gran medida por el pueblo, no fue este quien finalmente se vio beneficiado. El control del comercial a partir del puerto de Bs. As por parte de los mercaderes así como también el control de los medios de producción por parte de los terratenientes hizo de la revolución un proceso de hegemonización fiel a sus intereses de clase. Y aunque hay que destacar que los revolucionarios de Mayo como Moreno y Belgrano, bregaban por un cambio real desde las bases de la estructura de producción, mas no tuvieron eco en la clase dominante. A la oligarquía, un proceso de verdadero cambio no les era beneficioso al menos a corto plazo, más si lo era mantener el régimen de tipo feudal anterior a la “revolución”. Es interesante detenerse un momento a pensar porque no les era beneficiosa la transformación. La transformación partía de la base desarrollar el país a partir de la industria oficiosa de las  manufacturas. Los revolucionarios de ese entonces tenían claras las ventajas comparativas de incentivar la industria en dos sentidos. En primer lugar por el simple hecho de que las horas hombre empleadas en el trabajo manufacturero rendían mucho más que las horas hombre en las actividades primarias. En segundo lugar porque el hecho de tener una industria propia no nos hacia dependientes de otras naciones, y esto hace referencia a la verdadera independencia que los revolucionarios buscaban. Pero la visión cortoplacista de los oligarcas de ese entonces, muy parecida a la de los actuales, no permitió esta transformación que propiciaría los primero pasos en la industria nacional ya movería los cimientos de la estructura de poder de la clase dominante.

Y con más idas que vueltas, con algunos leves destellos de democracia, el régimen oligárquico de forma explicita o implícita fue el que predomino durante dos siglos de historia argentina. Ya sea siendo parte del gobierno o presionando desde afuera para aplicar su agenda. Cada vez que se trato de imponer un modelo integrador y desarrollista a lo largo de la historia este intento fue resistido a través de fraude, golpes de estado y distintos mecanismos de presión. El golpe de estado a Perón en 1955 se produjo en gran parte por resistencia de la oligarquía terrateniente en resignar parte de su renta a favor de la industria nacional, es un ejemplo de esto. Por otro lado, la oligarquía puso siempre un grito en el cielo, presionando muchas veces a través de su órgano pestilente denominado Sociedad Rural Argentina (SRA) o utilizando otros mecanismos, cada vez que se intento realizar cambios sustanciales en el esquema productivo de la nación así como también cuando necesito de un salvavidas. El pacto Roca-Runciman (1933), donde prácticamente nuestra soberanía fue entregada a los ingleses, es un fiel ejemplo de los mecanismos de presión utilizados por la SRA en beneficio de la clase a la cual representaba.

Un verdadero proceso de industrialización independiente nunca se vio en la Argentina. Aunque pude pensarse que hubo intentos de industrialización en nuestro país, estos se debieron a sustitución de importaciones pero que fueron llevados a cabo por una facción importante de la oligarquía terrateniente debido a cambios en la coyuntura internacional. Por lo tanto el paso de un esquema agroexportador al de sustitución de importaciones no fue el resultado de un debate acerca del sentido económico que debía tomar la nación sino de una adaptación de la propia oligarquía para mantener sus intereses de clase,  que a fin de cuentas en un nuevo cambio de la coyuntura no pensaba ni un segundo en otra cosa mas que en volver al modelo agroexportador. Por otro lado no fue un proceso de industrialización independiente ya que los capitales utilizados fueron extranjeros y funcionales por lo tanto a estos.

Pensar en una industria independiente significa pensar que los dos grandes pilares que hacen de una nación económicamente independiente sean complementarios: la industria y la agricultura. Esto significa no un predominio absoluto de uno sobre el otro sino una combinación productiva de ambos. Industrializar una nación agroexportadora de forma independiente significa extraer recursos del sector agrario y redirigirlos para financiar la industria. Pero para lograr que esto suceda es necesario un cambio en la estructura de poder, ya que la oligarquía no esta dispuesta a negociar sus privilegios por sobre la nación y las mayorías populares.

2 Comentarios

  • Sofia dice:

    Gorilas tuvimos siempre en la argentina!!!!! Antes del peronismo tantos como ahora…¿cuando van a venir del zoologico a buscarlos? Es peligroso que anden sueltos…

  • jorge dice:

    La lucha es la misma en 1810 y en el 2010 también ,como lo anunciaba Discepolo .
    Es mas, el proyecto oligárquico es encarnado por los mismos gorilas de ayer , hoy (sus herederos)
    Federico Pinedo sigue las mismas huellas de su abuelo(el asesino del Senado).
    El diario de la oligarquía La Nación,lo sigue dirigiendo Bartolome Mitre.
    Los Martinez de hoz igual que su abuelo saqueo en la misma posicion.
    Siguen las firmas …….
    El bicentenario ,espero que sea para reafirmar nuestra independencia política , como lo actuado dignamente por nuestra Presidenta Cristina Fernandez

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