Surge una Fuerza Popular de Liberación

Por FPL

– Reunidos en forma plenaria el 17 de Agosto, en homenaje al 159º aniversario del pase a la inmortalidad del Gral. San Martín, queda conformada la Fuerza Popular de Liberación. La misma surge de un proceso de unidad política y práctica de diferentes experiencias de lucha, provenientes del nacionalismo popular, el peronismo revolucionario y el marxismo-leninismo, en lo político, sindical, territorial, estudiantil y cultural.

– La FPL nace al calor de las luchas presentes, asumiendo que la causa de los pueblos no admite la menor demora y contando como guía la bandera histórica de “liberación o dependencia”, por la que tanto ha luchado nuestro pueblo. Por eso, como su nombre lo indica, esta organización es de carácter profundamente popular, democrático-participativo y antiimperialista, por la liberación nacional y social y la patria socialista.

– Hacia su interior, la organización se regirá por la democracia abierta, entendiendo que “naides es más que naides”, constituyendo una mesa política provisoria e impulsando plenarios periódicos, apuntando así a la formación de sus cuadros y militantes en un sentido práctico y al servicio del pueblo, aplicando la crítica y autocrítica constante.

– El centro será puesto en las luchas populares cotidianas en el seno de los trabajadores, en las barriadas, el movimiento estudiantil, la cultura popular, la lucha democrática y antiimperialista. Todo proyecto por un gobierno popular debe centrar sus fuerzas en la movilización general del pueblo, luchando desde lo reivindicativo y político.

– Haciendo eje en lo anterior, asumimos también como tarea llevar la lucha al terreno electoral en sus distintas instancias, como una táctica y no un fin en si mismo, tomando como base el contexto político nacional y continental con fuertes avances de gobiernos populares surgidos de la correcta combinación de la lucha popular y su manifestación electoral. Nuestra postura al respecto es impulsar desde las luchas y necesidades objetivas de las mayorías populares, un proyecto unitario con expresión parlamentaria, avanzando por una alternativa popular de gobierno, democrático-participativo y antiimperialista.

– Un gobierno de unidad popular, por el cual lucharemos, deberá necesariamente, sobre la base de la movilización y participación  popular, recuperar los recursos naturales como el petróleo, el gas y la minería; el transporte terrestre, fluvial y aéreo y demás servicios actualmente privatizados; los resortes fundamentales de la economía como la siderurgia, la petroquímica, los astilleros, el comercio exterior y las finanzas. Con políticas anti-latifundistas, por la soberanía alimentaria y la imprescindible reforma agraria. Lo recaudado por el Estado no irá más al FMI ni a los monopolios. Los fondos se utilizarán para la distribución de las riquezas, la reindustrialización de la Argentina con eje en el estado, creando millones de puestos de trabajo, salarios dignos, recuperación de la educación pública y transformación del sistema de salud, al servicio del pueblo. Estos serán los primeros pasos imprescindibles de un gobierno de liberación, emprendiendo el rumbo hacia la patria socialista. Solamente transformando las bases estructurales de este sistema de producción capitalista dependiente, se solucionara la desigualdad social.

Nuestro pueblo, es el pueblo de su historia

– Esta fuerza constituida por una suma de voluntades, está impulsada desde lo más profundo por las ansias de transformar la realidad Argentina a favor de las mayorías populares, retomando las banderas de los héroes y mártires que han dejado todo, hasta sus vidas por este anhelo.

– Nuestra historia como patria ha estado intrínsecamente unida a la de toda Latinoamérica. Desconocer esto es no comprender la conjunción de esperanzas, proyectos y destino de los pueblos del continente, unidos por mil lazos. Estas se expresan desde la resistencia de Tupac Amaru y Tupaj Katari, las rebeliones de Chuquisaca y La Paz y la guerra de Liberación emprendida por San Martín, Belgrano, Simón Bolívar, O’Higgins, Artigas, el Mariscal Sucre, Juana Azurduy y López, como así también las posteriores luchas antiimperialistas de José Martí, Zapata, Villa, Sandino, Farabundo Martí, Recabarren, Mariategui, Mella, Enríquez, Fonseca, Camilo Torres, Sendic, Santucho, Marulanda y el Comandante Ernesto “Che” Guevara. Es que el enemigo es el mismo y pretenderá una vez más aplastar con la misma bota los gritos de libertad que se alcen en cada rincón de la Patria Grande.

– Como fuerza naciente, entendemos fundamental recuperar nuestra historia en un sentido nacional y popular, porque como definiera excelentemente Rodolfo Walsh, “nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas”.

– En ese sentido, reivindicamos también la figura y pensamiento nacional de Mariano Moreno, Castelli y Monteagudo, el federalismo de Quiroga, Chacho Peñaloza, Felipe Varela, Guemes, las montoneras y el Rosas de la Vuelta de Obligado, en contraposición a la historia oficial mitrista y oligárquica. Las luchas obreras y populares criminalmente reprimidas a lo largo del siglo XX como la Semana Roja en 1909, la Patagonia Rebelde de los peones rurales y la huelga de los trabajadores de los talleres Vasena en la Semana Trágica. Las huelgas del ’30; las políticas nacionales y populares, con fuerte avance del movimiento trabajador durante las primeras dos presidencias de Perón y su expresión más antioligárquica: Evita; los aspectos más progresistas de la constitución del ’49; la posterior resistencia peronista a la fusiladora del ‘55; las luchas de la CGT de los Argentinos de Raimundo Ongaro; las rebeliones populares como el Cordobazo, Vivorazo y Rosariazo; los curas tercermundistas como Mujica y Angelelli; el surgimiento y luchas de organizaciones políticas y combatientes como la JP, Montoneros, FAR, FAP, PRT-ERP y VC; el clasismo de Tosco, Salamanca, Atilio López y el Sitrac-Sitram; la UOM de Pichinini en Villa Constitución; el gobierno popular de Cámpora en lo nacional y de Ragone en Salta, Martínez Vaca en Mendoza, Obregón Cano en Córdoba y Bidegain en Buenos Aires; el Rodrigazo contra el gobierno de la triple A de Isabel y López Rega; la resistencia a la dictadura genocida y los 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos; las movilizaciones populares contra los intentos golpistas carapintadas; el Santiagazo del ’93; el surgimiento en las calles de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA); los miles de cortes de rutas del pueblo trabajador y el movimiento piquetero que desde Cutral Co y Mosconi recorrieron el país, con mártires como Aníbal Verón, Kosteki y Santillán entre otros; el Argentinazo de diciembre del 2001 y sus mártires; el posterior surgimiento de las asambleas barriales; los docentes en lucha en todo el país, con Carlos Fuentealba asesinado en Neuquén y las luchas actuales por salario, trabajo, salud, educación y la segunda y definitiva independencia.

– Como fuerza naciente, daremos suma importancia al estudio crítico de la historia nacional y latinoamericana, aproximando la correcta interpretación de la política, la sociedad y la cultura nacional presente, sirviéndonos como puente para transformar el futuro.

– Hay que impedir caer en la incomprensión de gran parte de la izquierda, traspolando esquemas dogmáticos a nuestra realidad, porque la liberación no será ni calco ni copia, sino creación heroica. Para ello es necesario analizar la historia desde el materialismo histórico en forma integral y no fragmentaria o centrada únicamente en los personajes históricos (historia de bronce), como tampoco limitarse a un mero revisionismo. Lo fundamental es el estudio de los procesos en un sentido dialéctico en el devenir histórico, para la mejor comprensión de la realidad a transformar.

– La continuidad en la lucha del pueblo, que hunde sus raíces en la historia, nos lleva en sí a la transformación política, social y económica de la Argentina, por el modelo de país que queremos y necesitamos, porque solo el pueblo salvará al pueblo.

Marco Político: El capitalismo neoliberal en crisis

– El sistema capitalista neoliberal imperante a nivel mundial está en crisis. La explosión de la denominada burbuja inmobiliaria en EEUU y posteriormente la caída de grandes bancos y empresas multinacionales en quiebra es demostración de ello.

–  La principal potencia del mundo en recesión desde diciembre del 2007 lleva acumulado 6,5 millones de desocupados (9,5% de la población), de los cuales 467 mil corresponden al mes de Junio pasado según datos oficiales. Por su parte, la desocupación en la Unión Europea ya alcanzó a 21,5 millones de personas.

– Los paros y masivas movilizaciones en Francia, la toma de una planta fabril de Sony por los trabajadores despedidos, capturando a dos de sus gerentes; las combativas marchas en Inglaterra e Italia contra la reunión del G20 y G8 son demostración de la resistencia obrera y popular en crecimiento en el seno de los países imperialistas.

– Esta crisis originada en las entrañas del imperio yanqui representa la instancia superior de un proceso de concentración financiera y monopólica voraz que busca en forma constante obtener el máximo nivel en sus tasas de ganancias. Los mismos gurúes del neoliberalismo, apologistas de la desregulación absoluta, son los que ahora reclaman la intervención estatal para frenar la crisis, nacionalizando bancos y grandes automotrices como General Motors entre otros.

– Desde el llamado G20 integrado por las principales potencias imperialistas, con la lamentable participación de gobiernos latinoamericanos como México, Brasil y Argentina, pretenden lavarle la cara a estos organismos y se aprestan a descargar la crisis sobre los pueblos de los países dependientes.

– Para que esta nueva ofensiva del capital más concentrado se concrete en nuestro continente, necesitan derrotar el avance popular y antiimperialista de los países que integran la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA). El golpe cívico-militar pro yanqui en Honduras y el Plan “Patriota”, con la instalación de bases militares yanquis en Colombia, son eslabones de la estrategia del imperio, que se enfrenta al repudio de los pueblos en rebelión y todos los organismos internacionales como la OEA, ONU, Unasur y Grupo Río entre otros.

– El imperialismo norteamericano a través de los llamados Tratados de Libre Comercio y los organismos financieros internacionales como el Banco Mundial y el FMI, han impuesto durante décadas las políticas neoliberales en los países dependientes, sometiendo a los pueblos a la desocupación y pobreza, siempre con el beneplácito de los partidos tradicionales y la gran burguesía concentrada.

– La deuda externa ha sido siempre el instrumento de estos organismos para una política constante de injerencia interna a favor de las multinacionales y monopolios, profundizando la extranjerización de la economía y la privatización de todo, especialmente de los recursos naturales y los resortes fundamentales de la economía. Esa deuda en la Argentina ya supera los 180 mil millones de dólares y como lo demuestra el fallo del Juez Ballesteros es ilegal, ilegítima e impagable.

Política zigsagueante del gobierno nacional

– El gobierno de los Kirchner no expresa una mera continuidad de los gobiernos neoliberales a ultranza, pero tampoco puede ser definido como un gobierno nacional y popular.

– Durante los seis años de gobierno se ha mantenido una política de péndulo, de roce y conciliación con EEUU y los organismos de crédito, abonando cash la deuda en tiempo y forma, votando además la nefasta Ley Antiterrorista, que criminaliza la protesta social y enviando tropas a Haití a través de la Minustah. Política similar con los sectores monopólicos y multinacionales de la UIA, en contraposición a su discurso inicial de desarrollo productivo. La extranjerización de la economía sigue en alza: 2/3 de las principales empresas que operan en nuestro país son de capitales extranjeros y predominantemente norteamericanos.

– Hoy día la desocupación y subocupación, si bien se ha reducido algunos puntos, sigue siendo un gran flagelo del pueblo argentino. El 40% de los trabajadores se encuentra en negro y por lo menos 1/3 de la población se mantiene por debajo de la línea de pobreza. Los despidos injustificados se intensifican por ausencia de una ley que las prohíba y la CTA sigue sin personería sindical (pese al fallo favorable de la OIT), favoreciendo a las empresas del sector privado y a la burocracia de Moyano.

– La inclinación del gobierno hacia la gran burguesía, la estructura tradicional del PJ y la cúpula de la CGT ha sido un duro golpe para quienes se esperanzaron con un cambio redistributivo nacional y popular, que hasta el momento ha quedado meramente en lo discursivo. El aparato del PJ ha demostrado sus intereses profundamente reaccionarios en las últimas elecciones, restándole apoyo al ejecutivo. Tras la derrota del 28, Néstor Kirchner tuvo que renunciar a la presidencia del justicialismo, cediendo el mando al otrora menemista-duhaldista y actual gobernador Daniel Scioli como gesto de conciliación.

– Dentro de esta política pendular con base en los monopolios, no se puede ocultar algunas medidas positivas, como ser las nacionalizaciones del Correo, Aerolíneas, de las AFJP y de Aysa, la ex Lockheed Martin en Córdoba y otras, aclarando que estas medidas se han tomado siempre ante una situación límite, en la cual el Estado ha salido al “salvataje” de espacios vaciados por los capitales privados. De igual modo, la mayoría de las empresas privatizadas en los ’90 siguen enajenadas y en manos de capitales extranjeros.

– Algunos aspectos de la política de DD.HH como el apoyo dado a la nulidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida deben ser reivindicados, demarcando sus límites: Por la negativa a unificar los juicios, el 95% de los genocidas se mantiene en libertad y las fuerzas armadas y de seguridad no han sido depuradas de los elementos fascistas. Los casos de gatillo fácil de la maldita policía contra los jóvenes de las barriadas populares se mantienen, con casos testigo como las amenazas y posterior desaparición de Luciano Arruga, como “nueva” expresión de impunidad policial, y Julio López, testigo clave del juicio por genocidio a Etchecolatz sigue desaparecido en democracia. A esto se suma  los más de 4 mil luchadores populares procesados por una justicia desigual, que busca penalizar al pueblo en lucha y libera en forma constante a los ladrones de guantes blancos del poder político y empresario dominante.

– El impulso a las retenciones móviles sobre la renta extraordinaria abrieron un importante debate sobre el rol del Estado, aunque en un principio el gobierno no supo diferenciar entre latifundistas y pools de siembra de pequeños y medianos productores, aportando al emblocamiento de las entidades agrarias detrás de la Sociedad Rural. Y habiendo propiciado las estructuras estatales, en los años siguientes al 2001 para que estas clases sociales se enriquezcan enormemente. A esto se suma la nefasta política de alianzas, que contó con el emblemático voto no positivo del vicepresidente Julio Cleto Cobos, inclinando la balanza en el Senado a favor de la derecha sojera.

– Reconocemos también como progresivo el proyecto de ley de medios audiovisuales, que contempla en parte los 21 puntos impulsados por la Coalición por una Radiodifusión Democrática. El mismo debe ser concretado en lo inmediato con las modificaciones propuestas por los medios alternativos, junto con la anulación del decreto que extiende por diez años más las licencias al multimedio Clarín.

– El restablecimiento de las relaciones diplomáticas con el gobierno de Cuba; la obstrucción al ALCA en el 2005; la mejora en la relación política con Latinoamérica y el apoyo dado a través de la UNASUR al gobierno de Evo Morales y en la OEA al presidente de Honduras Manuel Zelaya, en rechazo a la avanzada golpista que intenta hacer pie en el continente, marcan diferencia con las “relaciones carnales” de los anteriores gobiernos lamebotas yanquis.

La derecha avanza, la lucha popular también

– Esta política zigsagueante y tibia ha desgastado el cierto apoyo popular que tenía el kirchnerismo y ha favorecido al avance de los sectores de la derecha más recalcitrante, que viene eufórica del triunfo sojero y la ajustada victoria electoral del 28 de Junio en provincia de Bs As, Capital y otras regiones, por lo que contará con un parlamento favorable a partir de diciembre.

– Estos sectores que se encuentran políticamente a la ofensiva, representan a los grandes beneficiados de los “índices chinos de crecimiento” de los últimos años. Una vez más, utilizando el “argumento” de la crisis, se desgarran las vestiduras y hacen lobby para resguardan sus tasas de ganancias multimillonarias.

– Ahora la Sociedad Rural Argentina, CRA, Federación Agraria y Coninagro reclaman llevar al 25% las retenciones a la exportación de soja, lo que significa una reducción de alrededor del 30%. La Unión Industrial y AEA (dirigida por el grupo Clarín), pretenden una mayor devaluación del peso para favorecer sus exportaciones; exenciones impositivas y la modificación de la Ley de ART para bloquear los juicios por accidentes laborales, etc. Todos ellos fogoneados por la embajada norteamericana, los grandes banqueros enrolados en ABA y Adeba, la cúpula de la iglesia, los grandes medios de “comunicación” (Grupo Clarín, América y La Nación); Adepa y sus periodistas como Grondona; los milicos represores que quieren poner fin a los juicios por genocidio; el gobierno de Macri y Michetti (del comando parapolicial UCEP y el comisario represor Jorge “Fino” Palacios), De Narváez, que justifica el golpe en Honduras y demás políticos de la derecha como Duhalde, Felipe Sola, Cobos, Reuteman, Carrio y Morales, entre otros. Este espectro configura el enemigo principal, oligárquico imperialista en la lucha del pueblo argentino por la patria libre, justa y soberana.

– Esta ofensiva antipopular, no exenta de fisuras y contradicciones, apunta en lo inmediato a profundizar el debilitamiento y claudicación del gobierno nacional, bloqueando cualquier iniciativa que no sea fiel representante de sus intereses. Y en lo estratégico y fundamental, su objetivo es descargar sobre el pueblo las consecuencias de la crisis neoliberal, con despidos, techo salarial, hambre, mayor vaciamiento presupuestario en salud y educación, represión social y mayor dependencia del FMI y el imperialismo, rompiendo relación con los ejemplos revolucionarios y progresistas como Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y El Salvador.

– Para derrotarlos es imprescindible la movilización de las mayorías populares, de los trabajadores que recuperan las empresas cerradas y los que siguen luchando diariamente por trabajo, aumento salarial, condiciones laborales y  libertad sindical; los jubilados (que ya han realizado sus 900 marchas reclamando el 82% móvil); los médicos y enfermeros que batallan por una salud de calidad a la altura de las necesidades; el movimiento estudiantil y los docentes en defensa de la educación pública; los campesinos y chacareros no alineados con los intereses de la mesa sojera; los intelectuales comprometidos con la cultura de liberación; los curas progresistas a favor de los oprimidos; profesionales al servicio del pueblo y los empresarios de la pequeña y mediana burguesía no vinculada con el imperialismo.

– Con la conducción e impronta de los trabajadores y el pueblo, urge el impulso de un bloque de unidad nacional, popular, democrático y antiimperialista con consignas claras y un programa popular urgente, que aísle y derrote la embestida fascistoide, oligárquico y pro yanqui. Este bloque debe surgir fundamentalmente desde abajo y en las calles, junto a las organizaciones sociales, culturales, multisectoriales, políticas y sindicales como la CTA y sindicatos en la CGT dispuestos a movilizarse por la causa del pueblo. Pero también coordinando esfuerzos “por arriba” con las fuerzas progresistas parlamentarias como el SI de Macaluse, Nuevo Encuentro de Sabatella y Proyecto Sur de Pino Solanas y Lozano. En este último caso, la coordinación con esta fuerza se vería limitada sin una necesaria rectificación del voto nefasto en diputados a favor de la mesa sojera.

– Definido el blanco principal y la necesaria unidad popular, hay que ser claros en la postura frente al gobierno nacional, la cual dependerá de sus medidas en adelante. Si tiende a profundizar la conciliación o directamente la claudicación con la derecha y los monopolios, nos encontrará en la vereda diametralmente opuesta, enfrentando esa política antipopular. Si por el contrario avanza con medidas progresivas, mantendremos una táctica de golpear juntos, marchar separados. Es decir, desde la independencia política, apoyaremos en las calles las medidas favorables al pueblo y repudiaremos las agachadas pro monopólicas por las que tanto brama el gorilaje.

PUNTOS PARA UN PROGRAMA URGENTE

   1. Declarar en forma urgente la emergencia social, sanitaria, educativa y habitacional, como primer paso para una solución de fondo a favor de las mayorías populares.
   2. El hambre es un crimen. Ni un chico más muerto por hambre. Asignación popular por hijo.
   3. Reforma fiscal profunda. Eliminación del IVA para los productos de la canasta básicos de alimentación. Control de precios sobre los monopolios especuladores.
   4. Nacionalización de las empresas de energía, como la electricidad, el gas, el petróleo y la minería. Que los aumentos tarifarios lo paguen los que más tienen.
   5. Por un tren para todos, estatización de los ferrocarriles y subte. Reconstrucción de los ramales de pasajeros y cargas al interior del país.
   6. Reforma de la Ley de entidades financieras, con eje en la banca pública.
   7. Mayores retenciones a los grandes exportadores de granos, principalmente sojeros.
   8. Refundación de las Juntas Nacionales de Carne y granos y nacionalización del comercio exterior.
   9. Por una Ley de medios realmente democrática, que ponga fin a los monopolios y la tergiversación de la realidad. Que de espacio verdadero a los medios alternativos, organizaciones sociales, culturales y políticas que bregan por un cambio profundo, nacional y social.
  10. No pago de la fraudulenta, ilegítima e impagable deuda externa.
  11. Por una política soberana fuerte hacia la recuperación de las Islas Malvinas

Movimiento trabajador

   1. Plan nacional de trabajo genuino.
   2. Salario mínimo a la altura del la verdadera Canasta Familiar.
   3. Por una Ley que prohíba los despidos por 180 días.
   4. 82% móvil para los jubilados.
   5. Democracia sindical. Personería para la CTA.
   6. Recuperación y fortalecimiento de herramientas sindicales, contra el trabajo en negro y contratos al margen de los convenios colectivos de trabajo.
   7. Eliminación del trabajo tercerizado.
   8. Aumento y extensión del seguro de desempleo.

Derechos Humanos

   1. Unificación de los juicios por genocidio y cárcel común a los represores. Apertura de los archivos de la represión.
   2. Aparición con vida de Julio López y Luciano Arruga. Castigo a los culpables.
   3. No a la baja de la edad de imputabilidad.
   4. Basta de gatillo fácil. Depuración y reestructuración de fondo de las fuerzas de seguridad.
   5. Fuera el “Fino” Palacios de la policía metropolitana.
   6. Combate a las redes de prostitución y trata de mujeres.
   7. Desprocesamiento inmediato de los más de 4 mil luchadores populares.
   8. Despenalización del consumo. Persecución y castigo a los narcos que envenenan nuestra juventud.

Educación y cultura

   1. Defensa integral de la educación pública.
   2. Aumento del presupuesto acorde a las necesidades actuales.
   3. Reforma de los contenidos académicos, desde una visión científica (teórico – práctica) y al servicio del pueblo.
   4. Recreación de las universidades obreras, de especialización técnica.
   5. Defensa y promoción de los Centro Culturales y medios alternativos y sociales.