El Muro que Los Parió

Por Martín Suárez – Locutor Nacional, Periodista

martindamiansuarez@gmail.com

Arriesgarse a hacer algo útil podría considerarse descabellado en estos tiempos, sin mencionar que ese algo signifique garantizar la calidad de vida de los sectores más golpeados por el capital y la indiferencia.
La creación de los conocidos “Countrys”, nacieron precisamente del vientre de la indiferencia, con la ayuda de un óvulo egoísta y un esperma racista, cuyo primogénito deja territorio marcado y da la espalda a los que piden a gritos una oportunidad.
Tendríamos que adecuar algunas posiciones ideológicas y de una vez por todas re-significar algunos conceptos, porque la exclusión y segmentación de una sociedad es un arma asesina, silenciosa, lenta y efectiva como un cáncer que solo se manifiesta a gritos y plegarias de dolor en los últimos meses, donde el cuerpo ya deja de pertenecerle al enfermo y la vida se despega de éste.

Están esos otros cuerpos que se enferman por la indeferencia, por la desigualdad y que algunos imbéciles los tildan de rencorosos, que su interior está lleno de odio, o como impotentes de no poder adaptarse a éste sistema. Esa jerga que califica “de…” a los sectores más castigados, son los mismos que extrañan las épocas del 1 a 1, que maldicen el fin de los “90”, y son exactamente los mismos, que si tuvieran la posibilidad, se encerrarían en esos Countrys.
El tiempo se encarga de demostrar que ni esos lugares caros para vivir, aislados de la realidad, o que aumentando la cantidad de efectivos policiales, o bajando la edad de imputabilidad, o directamente llevar a bebes recién nacidos tras las rejas solo por ser hijos de padres que delinquen, la mal llamada “inseguridad” puede desaparecer.
Será por eso que el intendente de San Isidro, ése mismo que hace alianza con los sectores más pudientes de su distrito y margina aún mas a los necesitados, utiliza lo que utilizaron los mismos inservibles históricos de la raza humana; Cuándo no se puede detener a las masas, cuándo no se puede silenciar el dolor y la desigualdad quiere convertirse en igualdad de oportunidades, se hacen visibles esos muros que antes existían en algunos ojos. Esas placas enormes de piedra y cemento ahora existen, se tocan, frenan, detienen.

Cuánta ignorancia y cuanta indiferencia puede haber en una persona, que quiere imitar a otros que ya han fracasado construyendo muros, y cuántos errados con pocos o muchos años encima, deben pregonar esas ideas racistas y totalitarias.
Estos muros que de un lado siguen pariendo incultos sentimentales y del otro pobreza y desazón, serán los mismos que se derrumben cuando la indiferencia muera y la invisibilidad desaparezca.

1 Comentario

  • natalia dice:

    muy buena tu nota martin, lei esto mismo en un foro de yahoo y fue puesto 3 dias despues, tene cuidado que se adueñan de lo que estas escribiendo porque le pusieron otro nombre y apellido.

Los comentarios están cerrados.