La diputada nacional Victoria Donda denuncia «la lamentable política habitacional del Jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, como lo viene mostrando la experiencia en el Barrio Fátima de Villa 3, Soldati. El Instituto de la Vivienda de la Ciudad y la Corporación Buenos Aires Sur S.E, dos organismos de Estado, quienes se encuentran urbanizando la manzana 5 de dicho barrio, son responsables del empeoramiento de las condiciones de habitabilidad por implementar una política sin planificación ni coordinación, disfuncional y deficitaria; provocando gravísimas consecuencias en términos de seguridad para las familias del barrio. Macri, a 11 meses de haber asumido la jefatura de gobierno y a pesar de sus promesas de preocuparse fundamentalmente por la salud, la educación y la vivienda, por el contrario viene dejando muy claro que su gestión está más cerca de la del brigadier Cacciatore, – intendente de la última dictadura militar, famoso por dejar sin casa a miles de compatriotas – que de poner el Estado al servicio de los que más necesitan en la ciudad de Buenos Aires. Tenemos que pensar que era cierta aquella declaración de Macri cuando dijo que para él Cacciatore fue el último intendente en pensar la ciudad. Desgraciadamente lo decía en serio».
Las demoliciones de casas realizadas por personas no capacitadas, la rotura de caños de agua y cloacales, las casas aisladas entre escombros sin solución, son el panorama actual del proceso de urbanización porteño para villa 3. En promedio, está ocurriendo un robo por día en estas zonas de derrumbe. Hay casos de personas que han perdido su fuente laboral por la imposibilidad de trasladarse de su vivienda frente al peligro de robo.
Como lo explican la Comisión de Vecinos y Vecinas de la Manzana 5 de Barrio Fátima, la Organización «Enlace – Cual Derecho?», la Organización Territorial «La Chispa», el Centro de Capacitación «Construyendo Sueños» y la Capilla Virgen de Luján: «En ningún momento se han priorizado las necesidades de las familias, balanceado las formas para generar soluciones a aquellas que tuvieron problemas para encontrar una vivienda adecuada y garantizado la seguridad física de las personas en el proceso de urbanización. Peor aún, la semana pasada el IVC cerró las puertas para generar soluciones al decidir dar por finalizada la inscripción a la vivienda, aún habiendo más de 100 departamentos sin adjudicar. Todo ello a pesar del total incumplimiento de la finalidad de esta operatoria que era liberar el tercio central de la manzana 5 «a fin de avanzar en el Programa de Urbanización mediante la apertura y/o generación de espacios libres para futuros emprendimientos de vivienda y/o equipamiento comunitario».
