La Red de Jóvenes, programa del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), organiza el Primer Encuentro de Jóvenes contra la Discriminación, que se llevará acabo el sábado 22 de noviembre de 11hs a 16 hs, en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA (Av. Córdoba 2122, Salon de Usos Múltiples).
La apertura estará a cargo de la presidenta del INADI Dra. Maria José Lubertino, el director del área de políticas antidiscriminatorias Lic. Ricardo Romero, y el coordinador de la Red de Jóvenes, Lic. Federico Montero.
El objetivo del Encuentro es constituir un ámbito de reunión periódico para establecer denominadores comunes y proponer cursos de acción para impulsar desde el INADI y otros ámbitos públicos, a partir del debate en comisiones entre los miembros de organizaciones sociales y de la sociedad civil.
Se finalizara con una puesta en común de los debates y discusiones desarrollados en las comisiones. El encuentro esta previsto que finalice a las 16 hs.
El programa Red de Jóvenes pretende colaborar con el Foro de Juventudes del INADI en el diagnóstico, elaboración e implementación de políticas públicas antidiscriminatorias a partir del protagonismo de los y las jóvenes comprometidos con los valores de la igualdad, la tolerancia y la valoración de la diversidad, con el objetivo de luchar contra la discriminación y por la promoción de los derechos humanos como parte de la construcción de una ciudadanía plena para los jóvenes.
Para este objetivo, establecen como prioritaria la participación y el debate entre las organizaciones de jóvenes de nuestro país para que sean ellas mismas quienes puedan elaborar propuestas para la construcción de una política pública contra la discriminación.
Más información: 4340-9488 /9487
Mail: reddejovenes@inadi.gov.ar
Carta abierta a los bares/boliches/pubs/discotecas.
Ciudad de La Plata.
Sres/ sras bolicheros/ras: en los establecimientos que ustedes regentean, a la hora del encuentro, se suele hacer un planteo que genera confusión, en lugar de certezas: en vez de darle a los chicos las facilidades, ofreciéndoles el boliche como lugar de levante, para que la pase bien, se luzca y siga viniendo, inclusive recomendándoselo a colegas y cercanos, se le obstruye esa posibilidad, mediante un trato de regateo. De cercenamiento de libertades. De menoscabo. Tal planteo decepciona, humilla y lacera a los chicos.
Veamos las actuaciones que hacen que el trato dado a los chicos, sea el anteriormente descripto.
Diferencia horaria.
Se suele permitir que las chicas concurran al establecimiento a cualquier hora, siendo, en varios casos, su acceso gratis. Por el contrario, se restringen los horarios de los chicos y se les cobra a partir de determinada hora.
Este esquema, no sólo es injusto para los chicos, sino que también reduce los tiempos de seducción, los acorta. Desorganiza. Las opciones se limitan, y a mí, como boliche, no creo que me convenga. El boliche tiene que ser un lugar de levante y diversión, dando lo mejor posible, brindando espacio, no reduciendo posibilidades. Es coherente entonces, que al boliche se entre hasta tal hora gratis, tanto para nosotros como para ellas, y a partir de allí se cobre entrada, nuevamente, tanto para nosotros como para ellas, y al mismo importe. Esta última postura organiza el funcionamiento del boliche. Lo estructura.
Diferencia en la edad.
Hay boliches que ponen en las tarjetas lo siguiente: chicas +18, chicos +21; o chicas +21, chicos +23. Mediante estas “condiciones de acceso”, en cualquiera de los dos casos, las chicas se quedan sin los compañeros de su misma edad. Le estoy cortando la cara a los chicos de la misma edad que ellas, que quieren entran a los boliches para bailar con sus compañeras. ¿Porqué cercenar las edades? ¿O sea que como los chicos tienen que cumplir esa “condición”, yo boliche, me quedo sin dejar entrar a los chicos de entre 18 y 21, y a los de 21 a 23, respectivamente?
Diferencia de precio.
Esta diferenciación es la bisagra que le da inicio a la campaña “Igualdad del costo de la entrada a boliches, para hombres y para mujeres” y ante la sensación de que ser un hombre, es sinónimo de ser tratado como esclavo.
Aquí se maneja un esquema, por así decirlo, cabaretero: le pongo precio a las sexualidades. Dichos como “las mujeres son la oferta, los hombres son la demanda”, son propios de esta “metodología comercial”. La mujer, vende, se ofrece. El hombre, paga, demanda.
¿Qué es la oferta? La oferta es la seducción. La provocación.
¿Qué es la demanda? La demanda es la respuesta a esa oferta.
El tema es ¿Quién dijo qué la mujer no busca “encenderse” con un chico? ¿Quién dijo que la mujer no puede ser “la demanda”, en el sentido de tener una respuesta, una reacción, ante un chico atractivo? ¿Quién dijo que el hombre no puede ser “la oferta”, en el sentido de atraer, seducir, provocar a las chicas?
Efectos económico-sociales.
Bajo este esquema de diferenciación de precios, se genera una iniquidad económico-social, en el sentido de que lo que el chico gasta en previas y en entrada a boliches no lo invierte en sí mismo, traduciéndose en pérdida de capacidad de seducción, atractivos. Y hasta donde yo sé, las parejas constan de un chico y una chica, o más genéricamente, y adaptado a los tiempos actuales, de dos seres que se gustan y atraen.
Por el lado de la chica, ocurre lo contrario: al no gastar en entrada a boliches, le queda resto para invertir en sí misma. Las chicas suelen ir, porque son estimuladas por el boliche, no por sentirse atraídas por el aspecto, o el desarrollo personal de los chicos. Lo que se busca es que la chica se sienta estimulada a ir al boliche, por los chicos que suelen asistir al mismo. Ustedes deben regentear el lugar del encuentro, propiciar las condiciones para que los chicos y las chicas se encuentren, en igualdad de condiciones y sin utilizarnos ni a nosotros, ni a ellas, como útiles, medios para llevar adelante su emprendimiento.
Anhelo la pronta restitución del modelo igualitario, que es el que respeta la normativa vigente aplicable a su actividad (Artículo 42 de la Constitución Nacional, Ley Antidiscriminación 23592, Ley del Consumidor 24240 y Ordenanza Municipal 10799) para que todos podamos divertirnos en sus establecimientos, sintiéndonos dignamente considerados y brindándonos la posibilidad de conocer a alguien en igualdad de condiciones.
Desde ya, muchas gracias.
Saludos, Marcelo.
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