Victoria Donda: «Macri, como Sobich, prefiere Reprimir a los Docentes antes que Dialogar»

La diputada nacional Victoria Donda presentó un proyecto de repudio a la represión sufrida por docentes de la Ciudad de Buenos Aires, quienes el pasado lunes intentaron instalar una carpa de protesta frente a la sede del gobierno porteño. La represión fue ejecutada por orden de la fiscalía general de la Ciudad de Buenos Aires a raíz de la denuncia realizada por el Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mauricio Macri.
La legisladora consideró «que la protesta social legítima no debe tener como resultado la reacción violenta por parte del Estado. El Jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, quien se ofrecía para servir café a los empresarios de las entidades agrarias en su conflicto con el gobierno nacional, mantiene su más absoluta sordera para con los docentes públicos que reclaman aumento salarial y con los estudiantes que reclaman la restitución de las becas estudiantiles. Como Sobisch, en lugar de dialogar, Macri prefiere reprimir»
Cabe recordar que los incidentes se produjeron cuando la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) trató de levantar una carpa en la vereda de Avenida de Mayo para comenzar con la vigilia de 100 horas, y la Policía Federal secuestró el gacebo que llevaban los docentes. A partir de los forcejeos con el cordón armado por la Guardia de Infantería resultaron heridos la secretaria general de Ctera, Stella Maldonado, con un corte en la pera, y el director de la Escuela Número 2, Mario Franchi, con un tajo en la frente. Además, el secretario de prensa de Ctera, Alejandro Demichelis, sufrió un desmayo y un golpe en la cabeza, producto de la caída. Los tres debieron ser trasladados al Policlínico del Docente. Los maestros denunciaron, además, la participación de oficiales de civil entre los manifestantes.
Frente al argumento de que el gobierno de la ciudad no tiene fondos para afrontar la crisis, Victoria explica «que Macri dice no tener fondos y destina $600 millones para subsidiar colegios privados en su gran mayoría religiosos. Es necesario entonces, que nos solidaricemos con los docentes porteños en su lucha por aumento salarial y por la restitución de las becas estudiantiles»