Hasta ayer, todo estaba listo para que Alex Freyre y José María Di Bello pudieran celebrar su matrimonio, el primero en unir una pareja homosexual en América Latina. Habían recibido la autorización por parte de la jueza porteña en lo Contencioso Administrativo Gabriela Seijas, quien el 12 de noviembre declaró inconstitucionales los artículos 172 y 188 que impiden el matrimonio entre personas del mismo sexo, y habían elegido el 1 de diciembre, Día Mundial de la Lucha contra el VIH-Sida, como fecha para celebrar su unión, debido a que ambos padecen esta enfermedad.
Luego de esta autorización, distintos jueces desestimaron varios pedidos de nulidad, a excepción del último, presentado por el abogado Francisco Roggero, que argumentó en el mismo que una jueza del fuero Contencioso Administrativo no puede fallar sobre el Código Civil. La jueza nacional Marta Gómez de Alsina dio lugar anteayer a la solicitud de Roggero, presentando una medida cautelar contra el fallo de su par porteña.
Freyre y Di Bello se presentaron ayer de todas formas en el Registro Civil con intenciones de realizar la boda, acompañados por un nutrido grupo de funcionarios, dirigentes y asociaciones sociales entre las que se contaban Nora Cortiñas y Tati Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, la Comunidad Homosexual de Argentina (CHA), María José Lubertino, presidenta del INADI, y varios diputados nacionales como Cecilia Merchán y Victoria Donda de Libres del Sur, Roy Cortina, titular del Partido Socialista porteño y Vilma Ripoll, del MST.
Juntos esperaron la decisión del Jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, que decidió acatar la medida cautelar de la jueza civil y postergar el casamiento, decisión que fue notificada a los novios por intermedio del procurador porteño Pablo Tonelli.
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presentó ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación la ratificación de su posición en defensa de las libertades individuales y la igualdad ante la ley, tal como lo sostuvo Macri diez días atrás. Según un comunicado emitido, afirma que “provisoriamente, hasta tanto la Corte no se expida, el Gobierno porteño está impedido de realizar el casamiento de Alex Freyre y José María Di Bello”.
Esto, sumado a la apelación de la Federación Argentina de LGBT, determina que la palabra final queda en manos de la Corte. Ayer por la mañana, el ministro de la Corte Carlos Fayt declaró que «la Corte va a resolver sobre la cuestión que se plantea porque ya tiene planteado el caso», aunque se excusó de dar una fecha a la resolución.
Freyre y Di Bello convocaron a una conferencia de prensa hoy a las 14 hs. frente al Registro Civil de Beruti y Coronel Díaz.
La dirigente del MST Vilma Ripoll, quien a pedido de Alex y José María estuvo ayer entre los testigos del postergado primer matrimonio gay, afirmó: “A esta altura de la historia, ya no cabe otro camino que no sea la plena igualdad de derechos para las minorías sexuales. Sólo quieren negarlo los sectores más autoritarios, que pretenden imponerle sus dogmas al conjunto de la sociedad».
Ripoll, quien en 2002 como legisladora porteña impulsó la ley de unión civil como un primer paso, agregó: “Al igual que ocurre con el divorcio, el matrimonio entre personas del mismo sexo es un derecho democrático elemental, del que cada uno o una podrá hacer uso o no».
La diputada Vilma Ibarra calificó como «grave» el «jugar con los sentimientos de las personas, con la confianza de los ciudadanos, la autonomía (de la Ciudad) y avasallar la posibilidad de ejercer un acto de justicia e igualdad».
El diputado nacional y presidente del PS porteño, Roy Cortina – quien será uno de los testigos de la pareja -, señaló: «nos apena la falta de coraje de Mauricio Macri, que no estuvo a la altura para llevar hasta las últimas circunstancias la defensa del derecho a la diversidad sexual».
«El Congreso de la Nación tiene que terminar con la incertidumbre que afecta a miles de parejas y dar un paso trascendente a favor de la igualdad, modificando el Código Civil con un criterio inclusivo», agregó.