La oposición rechazó la vuelta a las aulas en la Ciudad

En la reunión de la Comisión de Educación de la Legislatura porteña se debatió el plan de vuelta a clases presenciales que propuso Larreta y la Ministra de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña. El proyecto del Jefe de gobierno Porteño, Horacio Rodríguez Larreta, es abrir el próximo 31 de agosto los «espacios digitales» en 634 escuelas de la Ciudad, 464 primarias y 170 secundarias. En una primera etapa para 6500 estudiantes, y en otra llegarían a unos 9.450 alumnos y alumnas, como sostiene en el protocolo que el GCBA le presentó al Gobierno Nacional durante la semana pasada.

El diputado del Frente de Izquierda Gabriel Solano expuso en la misma y expresó que “las primeras víctimas de esta decisión irresponsable serán los estudiantes de menores recursos y sus familias, que son los que deberían ir a los edificios escolares ante la negativa del gobierno de entregar los dispositivos mínimos, a pesar de los fallos judiciales que lo conminaron a hacerlo”.

Solano concluyó señalando que “no es casual que unánimente la comunidad educativa rechace esta decisión, ya que son los estudiantes, los docentes y las familias quienes conocen el deterioro enorme de los edificios escolares, la falta de personal y la asfixia presupuestaria”.

Por su parte, Lorena Pokoik (FDT) dijo: “en cualquier de las instancias la Ciudad ha optado de estigmatizar a los niños, niñas y jóvenes más vulnerados de la Ciudad, planteando el retorno a las escuelas y no invertir en los dispositivos y en la conectividad necesaria”. “Desde la cartera educativa me han respondido cuáles son los motivos es que no cuentan con el presupuesto (…) es importante recordar que la Ciudad de BS As en los últimos 11 años bajó más de 10 puntos el presupuesto en educación, pasó de 28% a 17% este 2020”, agregó Pokoik.

“Esos estudiantes, dice el gobierno de la Ciudad, quedaron desvinculados de sus colegios durante la pandemia. Desde el bloque del Frente de Todos, sostenemos que el gobierno de la Ciudad es responsable porque dejó de repartir computadoras a los sectores más postergados como así tampoco garantizó el acceso a la conectividad”, concluyó Pokoik.