“La muzza es humilde”, charlamos con Las chicas de la 3

Por Charo Ramos
@cafeesamor

Desde que se estrenó la temporada latinoamericana de Street food (Netflix, 2020), la vida de Pato Rodríguez y Romi Moore dio un vuelco inesperado. Hasta hace unas semanas, eran las anónimas cocineras de un puesto de comida del Mercado Central y hoy tienen días de espera para dar entrevistas.

El programa no se agota en el negocio de las chicas, sino que invita al público a (re) descubrir restaurantes tradicionales de Buenos Aires, como la emblemática pizzería La Mezzetta. Un local al paso en Colegiales que desde hace décadas reúne a taxistas y foodies en busca de la mejor fugazzeta rellena de la ciudad. Pero también entrevista a un choripanero que sueña con poner su propio restaurante, mientras vende delicias en las inmediaciones del estadio de Racing en Avellaneda.

Sin embargo, la historia de Las chicas de la 3 captó el amor del público. Pato y Romi además de atender el negocio, son pareja. La historia, contada por sus protagonistas, es una de amor, superación de obstáculos y realización personal. Ellas son, además, encantadoras.

Como encantador es su local. El plato insignia del programa es una tortilla rellena que es para alquilar balcones. Dan ganas de ir inmediatamente al Mercado y comerse una porción. Les preguntamos a ellas, directamente, si pensaban que ahora iba a cambiar el público, pero tienen fé en que no, que en realidad, se va a sumar gente nueva. Y que además es una buena oportunidad para que quienes no nos dedicamos a la gastronomía aprendamos “la historia de la manzana que comemos en casa”, que aprendamos “de sostenibilidad, que podamos ver las frutas y hortalizas y al mismo Mercado Central de otra forma”. Lo que sí pasó es que alguna de la gente del mercado vio el programa y ahora se relaciona distinto con el local. Capaz pasan y sacan fotos y le cuentan a su familia “yo como ahí”, con orgullo.

Y nos confesaron, además, que si bien la tortilla ahora está teniendo su momento de fama, su caballito de batalla es la pizza. Pero que no está celosa, porque “la muzza es humilde, se la banca, sabe esperar”.

Les preguntamos adónde les gusta ir a comer y nos dijeron que a los lugares de sus amigues, “que hacen las cosas bien, con mucha dedicación y calidad”: Gran Dabbang, un restaurante muy chiquito sobre Scalabrini Ortiz, que sirve unos platos muy elaborados de cocina de inspiración india. Proper, que es un ex garaje reconvertido en restaurante, en donde todo lo que se sirve se hace al horno de leña. Uno de sus preferidos, claro, es el Comedor de Narda, que es la que “descubrió” el local de Romi y Pato. Y les quedan por conocer Cantina Sunae y Apu Nena, los dos emprendimientos de las Chef Christina Sunae que desde hace un tiempo viene experimentando con la cocina del sudeste asiático de una forma impresionante.

Todo el capítulo de Street Food Buenos Aires es conmovedor y lindo y en este momento en el que no podemos salir a comer, es un gran recordatorio de la inmensa variedad gastronómica que la Ciudad y el Conurbano tienen para ofrecer. Además, de la bella historia de amor entre las protagonistas del episodio.