Ricky flasheó Trotsky y lo amamos aún más

Por Charo Márquez
@cafeesamor

Puerto Rico se prendió fuego hace unos días, cuando entre otras cosas, se conocieron los audios del Gobernador Roselló con sus asesorxs en donde se burla de personajes públicos, de las mujeres, pero también de las víctimas del huracán María. Las redes también se encendieron cuando Ricky Martin, uno de lxs artistas más renombrados de la isla, se sumó a la convocatoria a la marcha que terminó haciendo renunciar al gobernador.

Así que exponentes de la cultura boricua, como Residente de Calle 13, Bad Bunny y el mismo Ricky Martin se montaron a un camión y movilizaron a las masas hasta ganar la batalla. Es hermoso que referentes del reggaetón, del trap y del pop hayan sido los abanderados de este proceso político, es hermoso por lo inesperado, por el prejuicio que cargan como íconos actuales de una industria que parece vaciarse de contenido y se limita a la reproducción de estereotipos marketineros. O no.

Desde que Ricky Martin salió del clóset y presentó a su pareja y a sus hijes, su vida cambió. Primero se confirmó lo que muches veníamos sospechando desde hacía años. Pero, más profundamente, él se volcó hacia la actividad política. Cuando en Argentina se estaba discutiendo el matrimonio igualitario, el cantante hizo un video apoyando la ley. El slogan con el que se promociona la campaña por la derogación del Artículo 2 de la Constitución Nacional, “Iglesia y Estado, asunto separado”, refiere también a una canción de Ricky Martin.

Pero esta vez, la discusión lo atraviesa no solamente como parte de la comunidad LGBTIQ+, sino como puertorriqueño. La isla no ha sido un territorio pacífico en décadas. El desastre que produjo el huracán María en 2017 fue realmente histórico. La discusión sobre si anexar la isla como el Estado número 51 de Estados Unidos es uno de los temas fundamentales con los que se enfrenta el gobierno actual. Sin embargo, el cantante se terminó de plegar al malestar popular cuando “salió el chat porque se desenmascaró a todo el mundo. Se burlaron de nuestros cadáveres, se burlaron de las mujeres, se burlaron de la comunidad LGBT, se burlaron de gente con discapacidad física y mental, se burlaron de la obesidad… basta ya. No puede ser. Cuando Puerto Rico se une salen cosas maravillosas, podemos cambiar la historia”.

En la última jornada de movilizaciones se reunieron 500.000 personas en la avenida principal de San Juan y, finalmente, el gobernador, Ricardo Rosselló presentó la renuncia. Bailar y luchar sirve. Les dejamos esta foto de Ricky flasheando Trotsky para que les levante el humor de preparación de finales y se consustancien con la causa puertorriqueña.