Hay una ESI en el colegio

Por Charo Márquez
@cafeesamor

El pasado jueves, 13 de junio, en la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, se realizaron las II Jornadas de Género y Educación Sexual Integral. La iniciativa, propiciada por la Rectora Ana María Barral y el Centro de Estudiantes, estuvo conformada por charlas, mesas y talleres con invitades especialistas en la materia.

Barral destacó que la ESI “Estaba en el proyecto por el cual nos eligieron el año pasado y entendemos que estas jornadas sólo son un paso más en la aplicación efectiva y transversal de la misma”.

Una de las problemáticas centrales que dispararon la necesidad del evento está vinculada a los escraches como forma de tramitar las situaciones de acoso, abuso y violencia sexual o basada en género en términos amplio, ya sea entre estudiantes o involucrando a otros actores de la comunidad educativa.
Tal como concluían la diputada nacional Mara Brawer y la psicóloga Marina Lerner: “Estos jóvenes acusados hoy son nuestros hijos, y nosotros, hijos del patriarcado. Desde esta perspectiva debemos trabajar en las aulas, desde el conocimiento de que las transformaciones requieren tiempo, sabiendo que hay diferencias enormes entre conductas abusivas y ser un abusador y que es función de la escuela hacer que los jóvenes asuman progresivamente la responsabilidad por sus actos”.

La Ley 26.150 de Educación Sexual Integral está vigente en nuestro país desde el año 2006 y, aunque su implementación es escasa, espasmódica y dependiente de la buena voluntad de las autoridades de cada establecimiento, propone algo que aún hoy sigue siendo tan necesario como revolucionario: generar espacios lo más seguros posibles en la cual niñes de sala de 3 años hasta estudiantes universitaries puedan compartir e impartir saberes y aprendizajes vinculados al universo sexual, afectivo y vincular.

En este sentido, Barral y les representantes del Centro de Estudiantes convocaron a referentes como la Dra. Diana Maffía, la Dra. Dora Barrancos, el Senador Daniel Filmus, la escritora Tamara Tenenbaum y otres a entablar un diálogo con la comunidad educativa.

No es fácil tramitar el laberinto de cambios en las subjetividades y prácticas vinculares que produjo la masificación del feminismo a partir de 2015, lo vemos en las publicaciones anónimas en redes sociales en donde se acusa a alguien por ejercer cierta forma de violencia contra una o varias personas y son situaciones que hasta hace no mucho eran celebradas por la comunidad. Desandar esos siglos de aprendizajes e incorporación de expectativas y formas de pensar, sentir y actuar (el hábitus de Bourdieu) no es algo que vaya a pasar de un día para el otro, pero generar encuentros como el del otro día en el Pellegrini es una forma de ir hacia allá. Cómo será ese allá es algo que tendremos que definir entre nosotres y las próximas generaciones, tenemos todo por inventar, cuanto más libres seamos e informades estemos, mejores chances de crear otros universos vinculares más felices y cuidados.