Sobre el giro feminista de Cristina

Por Charo Márquez
@cafeesamor

En la sesión en la que el Senado tuvo la oportunidad de hacer historia y decidió hundirnos en el ostracismo, CFK hizo de su declamado acercamiento al movimiento feminista un voto positivo a favor del derecho a decidir.
Como es de público conocimiento, la ex mandataria se había opuesto durante sus dos mandatos a que se legalizara el aborto en nuestro país. Durante esos años, en cada movilización feminista las izquierdas y sectores progresistas recordaron la negativa de Cristina a iniciar el debate. Y como la historia se repite primero como tragedia y luego como farsa, a CFK le tocó estar del lado de la oposición para votar una de las leyes que era deuda de la democracia y, lamentablemente, no llegamos con los votos.
Para analizar este giro, vamos a leer las opiniones de diferentes referentes jóvenes del movimiento de mujeres sobre el discurso de la Senadora Cristina Fernández de Kirchner.
Hoy, Tamara Tenenbaum, filósofa, feminista, escritora, editora de La Agenda Buenos Aires y colaboradora permanente en La Nación.

Juventud Informada: ¿Qué pensás sobre el giro feminista de Cristina? ¿Es estrategia o cambio político? ¿Importa? Se dijo mucho acerca del cambio de postura de la ex presidenta y que ahora siendo senadora acompaña porque es oposición pero que como primera mandataria no habilitó el debate en ocho años de mandato. No vamos a hacer periodismo psicoanalítico, pero, juguemos un poco, ¿por qué creés que antes no y ahora sí?
Tamara Tenenbaum: Lo primero es que, por supuesto, no importa si el giro feminista de Cristina es estrategia o cambio político. A mí personalmente no me importa, por pensar pragmáticamente, no importa, pero también porque yo creo que Cristina siempre tuvo una traba con lo que es el aborto, pero tal como ella dijo en su discurso no es que nueva con las reivindicaciones de género. Me parece que quizá no tiene la misma visión que podemos tener nosotras o como generación o ciertas feministas que quizá somos más feministas o más radicales o lo que sea… no quiero decir radical en el sentido de radfem, sino, bueno, en términos de que, por ejemplo, cuando Cristina dice que ella en los setentas no pensaba en esas cosas porque todos eran iguales, todos sabemos lo que pasó ahí, no era así. Creo que más allá de que Cristina siempre tuvo una tara con el tema del aborto, me parece que ella siempre estuvo vinculada con reivindicaciones feministas. Así que, bueno, digo que no importa. Por un lado, por cuestiones estratégicas está perfecto y no importa, no me parece cínico ni nada. No me parece cinismo ni nada, estrategia es estrategia. Eso por un lado, y por otro lado, que bueno, que efectivamente ella tiene un vínculo, no me parece que sale de la nada. Así que yo no lo veo particularmente, yo no la vi en su discurso súper convencida de ese cambio, en ese sentido puede tener algo de estratégico, pero estratégico en el sentido más positivo de la palabra, de tener ganas de seguir jugando, eso está bueno. De tener conciencia de que se puede, de que es necesario tomarse en serio este nuevo actor político que son las nuevas generaciones feministas. No quiero decir que el feminismo es un actor político nuevo, pero sí esas nuevas generaciones movilizadas. El hecho de que ella las tome en cuenta en su estrategia, el hecho de que diga “yo no puedo postularme sin esta gente, yo no puedo ganar sin ellas”, eso ya es valioso porque es tomarse un actor político en serio. Bueno, efectivamente creo que es estrategia. Y no se si está convencida o no, yo no la vi convencida. La hemos visto dando discursos mucho más convencida, mucho más encendidos, yo no la vi particularmente entusiasmada con el cambio. No entusiasmada, pero sí con la idea clara de lo que hay que hacer ahora. Y eso lo celebro y me parece que es valioso. Valioso en tanto lo que es, como una estrategia que lo que hace es mostrar que es una mandataria, una líder dispuesta a tomarse en serio a las nuevas generaciones feministas como actor político genuino.

JI: El otro día en la sesión, la ex presidenta reformuló una bandera histórica de su espacio político incorporando el “feminista” después de “nacional, popular y democrático”. ¿Cómo podría traducirse eso en términos concretos de cara a las elecciones del año que viene? ¿Ves a Cristina como una candidata que logre conmover o, en el mejor de los casos, atraer al movimiento feminista hiper masivo de hoy en día?
TT: hace bastante que estoy pensando en esto, por un lado en qué relación va a tener movimiento feminista hiper masivo, como lo llamás, con la política partidaria. Porque este movimiento sale de la sociedad civil, claramente, y bueno, dentro de lo que fue la movida en Diputados se mostró transpartidario, diríamos. Y yo por lo que puedo ver en chicas más chicas que nosotras, yo tengo 29, y chicas de mi edad o menos, chicas de 25, incluso 30, pero que no habían participado políticamente hasta ahora de forma intensa… yo no las veo muy vinculadas con la política partidaria, eso por un lado. Me pregunto si existe un líder que vaya a movilizar a todo el movimiento y eso lo veo más complicado, por otro lado. Me parece que hay mucha diversidad, creo que es un movimiento que sí le resta a Macri, eso desde ya. Porque más allá de que estuvo Lospennato, de que estuvo Lipoveztky la realidad es que el partido gobernante quedó muy afuera de este debate. Todas sus caras visibles se posicionaron en contra, primeras líneas quiero decir, especialmente Michetti que prácticamente podríamos decir que casi boicoteó la participación del sector pro aborto en la sesión. Entonces yo creo que si este movimiento le suma a alguien, no va a ser a Macri, porque más allá de que él abrió el debate, yo, personalmente, reconozco ese gesto, como lo querramos llamar, no necesito desconocer la importancia de eso, que fue un puntapié la verdad, no fue el comienzo de ninguna lucha… pero fue importante, no necesito desconocer eso para decir que igual post Macri, tiró la pelota y no se hizo cargo de nada y su partido no hizo otra cosa en términos masivos, salvo por excepciones honrosas, no hicieron más que boicotear esa agenda. Entonces, la realidad es que no creo que a él le sume. Por otro lado, bueno, esto lo iba a decir antes, pero no lo dije, Cristina no tenía otra opción, vos preguntabas por qué ahora y no antes, antes, bueno, la realidad es que no estaba este actor masivo que hizo que la discusión… a ver, para mí, lo que armó este actor masivo es “si vos querés tener un electorado progresista, vas a tener que…” yo creo que antes esa obligación no era tan clara, digamos porque, nuestra generación y las que vinieron antes, o más bien incluso diría las que vinieron antes porque vos y yo el kirchnerismo un poco lo vivimos, pero no lo vivimos en tanto como posibles líderes, ¿no? O sea, la generación que vivió la época dorada del kirchnerismo es la de Kicilof, pero bueno, lo que quiero decir es que las generaciones anteriores trataron al feminismo y al aborto como un tema negociable. Todos votamos candidatos antiabortistas y, qué se yo, votamos a Cristina, y no nos morimos por eso, no dejamos de votarla por eso. Yo no se si hoy una persona progresista puede votar a un candidato antiabortista. Yo hoy, por ejemplo, Cristina misma, la voté a Cristina que era antiabortista, en su momento y hoy no votaría a un candidato que esté en contra. Creo que la generación que se volcó masivamente a la política gracias al aborto ya no lo negocia. Entonces, si vos querés para el electorado progresista, hoy no tenés opción. Macri, en cambio, está posicionado hacia otro electorado, donde yo creo que los abortistas son minoría o por lo menos no son la mayoría más importante, entonces yo creo que Macri tenía opción, Cristina no la tenía, no la tiene. Más teniendo en cuenta el reposicionamiento del peronismo, ¿no? Que, digamos, cuando Cristina decide que el FpV va a ser UC, rompe con el peronismo más tradicional, bueno, ya está, o sea, si Cristina quiere ser la opción de centro izquierda que es lo que está queriendo ser, hoy no tiene opción. Como centro izquierda no tiene otra opción que ser feminista. Y me parece que es un buen, es una especie de buen compromiso, de buena negociación entre un partido que quiere ser un partido fuertemente ideológico, uno como podría ser el PO, un partido de izquierda, fuertemente ideológico pero con chances de ganar. Creo que lo que está tratando de armar el kirchnerismo es eso, ¿no? Un partido fuertemente ideológico pero a la vez masivo. Y el feminismo puede ser en parte la soga, la ventana, de ese partido fuertemente ideológico hacia otro electorado más amplio. Hacia un progresismo que quizá no se identifica con el peronismo y no le interesa tanto identificarse con el peronismo. Yo pienso en eso, en la gente que se acerca a la política ahora, en las pibas que tienen 20, pibas que tienen 25, que no están tan involucradas con la grieta peronismo – antiperonsimo como lo está la generación anterior. Sino que les importan más estas grietas. Entonces, bueno, yo creo que Cristina puede, en ese sentido, si decide que Unidad Ciudadana va a ser feminista, creo que puede capitalizar bastante ese voto suyo y los votos del bloque, por supuesto. No quiere decir de ninguna manera que vaya a ganar todos los votos de todas las chicas que estaban en la plaza esa noche, creo que es un movimiento que va a seguir siendo transversal, pero así como viene la mano, parece ser el único partido importante que va a tomar este tema como central y que puede decir “nosotros dimos todos los votos que teníamos”. Y creo que, como mujer, si no entiendo mal, con ese cambio de voto quiso cambiar ella también de mandar una especie de señal a un espacio diferente, no se, a Macri, creo que ella quiso dar una señal. Pero bueno, eso, creo que puede ser una ventana para que Cristina, para que UC sea más FREPASO y menos peronismo que es algo que le podría venir bien en términos.

Creo que Cristina puede atraer y conmover a una buena parte del movimiento feminista, pero no puede liderarlo, eso me parece que es claro. Creo que este va a seguir siendo un movimiento sin una líder o une líder partidario claro, eso va a seguir estando y a demás, bueno, creo que Cristina está grande, por un lado, en términos como generacionales. Yo no la vi cómoda a Cristina en esta discusión, me parece que ella tomó una decisión estratégica excelente y que le puede hacer muy bien a su partido, pero que ella misma sabe que es como un movimiento… el feminismo dentro de UC no lo tiene que frontear ella, estoy pensando más bien en gente como Lucila de Ponti que creo que a parte del éxito que puede llegar a tener Cristina en términos de capitalizar esto que vimos, va a tener que ver con qué lugar se le de a dirigentes como De Ponti o a dirigentes jóvenes que pueden fucnionar como personas con las que se mueva el electorado. Por en realidad creo que es una discusión que va a cambiar a todo el electorado joven, yo no creo que la gente que votó a Macri en 2015, vote a Cristina en 2019, sería muy extraño y la gente que no votó, que votó en blanco realmente no fue mucha, realmente seguiría votando a la izquierda. Creo que la pregunta es qué va a pasar con los nuevos votantes. En ese sentido ahí sí creo que va a tener que ver con el lugar que se le de a los líderes jóvenes porque. Bueno, Cristina en algún sentido está grande y porque por un lado, también, pienso que esta generación que se despierta a la política por la despenalización del aborto o la legalización del aborto, no va a perdonar tan fácil como perdonamos nosotras que Cristina haya estado tanto tiempo en contra y sin hacer nada. Nosotras, al revés, venimos de un momento en el que el aborto era algo negociable, las chiquitas que tienen 17, 18 años, 20 años, que es la primera vez que se involucran a través de este issue lo van a tratar de otra manera, con otro peso. Entonces yo creo que si votan a Cristina va a ser porque hay otros nombres ahí que sí las entusiasman, pero me parece que Cristina sola no alcanza.