La UNC homenajeó al Cura Brochero

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La Universidad Nacional de Córdoba brindó un emotivo homenaje a José Gabriel Brochero, quien fue canonizado el pasado 16 de octubre por el Papa Francisco. Sucede que el “Cura Gaucho”-como se lo reconoce popularmente-, cursó desde 1858 estudios de filosofía, matemática y teología en la Casa de Trejo, que por entonces llevaba por nombre “Universidad de San Carlos”. Once años más tarde, en 1869, Brochero partía de la ciudad de Córdoba para hacerse cargo del curato de San Alberto, en la localidad de Villa del Tránsito, en el valle de Traslasierra.

En 2009, el arzobispo de Córdoba, Carlos Ñáñez inició el proceso que analizó un presunto milagro atribuido a la intercesión del Cura Brochero. En 2012, Benedicto XVI firmó el decreto de beatificación y hace poco más de dos semanas, el Papa Francisco lo canonizó.

Durante el homenaje, Alejandro Nicola, asesor de la pastoral universitaria de la Arquidiócesis de Córdoba, tomó unos minutos para trazar el perfil del Cura Brochero, sobre quien destacó sus esfuerzos para forjar una cultura del encuentro con el prójimo. En su alocución, compartió las palabras que Doña Petrona de Brochero le dirigió a su hijo, antes de que ingresara al seminario: “Dios y la patria cuentan contigo, no los defraudes”. “Seguramente esa simple frase quedó guardada en la memoria del joven José Gabriel y fue motor para edificar su corazón de sacerdote y ciudadano”, apuntó Nicola.

“Ante la nueva Argentina que condujo la llamada generación del ’80, él no se detuvo en los rasgos negativos de liberalismo, del anticlericalismo, sino que vio también los rasgos de legítimo progreso de la modernidad. Consciente de las sombra del liberalismo, asumió prudentemente todo lo positivo que esa generación liberal podía aportar al progreso de su gente: telégrafos, educación para la mujer, construcciones modernas, etcétera”, agregó.

Luego, Nicola subrayó su trabajo incansable para mejorar las condiciones de vida de sus feligreses. Entre sus acciones destacó la construcción de acueductos, de escuelas públicas y caminos, la tramitación para conseguir la llegada del ferrocarril, los proyectos para la construcción de un dique y la promoción del turismo, así como la cría de peces para alimentar a los pobladores del lugar.

A su tiempo, el vicerrector de la UNC, Pedro Yanzi Ferreira, remarcó que el Cura Brochero entendió como nadie el lema del escudo de la Casa de Trejo, “Ut Portet Nomen Meum», que significa «Para que lleven mi nombre».

Luego, compartió los principales hitos de la trayectoria académica de Brochero en la Universidad Mayor de San Carlos. En los registros de los libros de examen de filosofía, su nombre aparece un 24 de marzo de 1858, cuando aprobó con máximas calificaciones, situación que se repitió en los años sucesivos hasta el 28 de octubre de 1861, cuando concluyó las últimas materias que le posibilitaron graduarse como Maestro de Filosofìa. Un año después, el 15 de marzo de 1862 se inscribió para estudiar teología, cuyos exámenes aprobó sucesivamente hasta 1865. En 1869, ya ordenado sacerdote, la Universidad le concedió el grado de Maestro en Artes.

Yanzi Ferrerira rememoró también su establecimiento en Villa del Tránsito (1869). “Allí asumió como propias las necesidades de los pobladores, construyendo iglesias, escuelas y más de 200 kilómetros de caminos entre las montañas. Enfermó de lepra como consecuencia de su larga y delicada labor a la atención de los enfermos. Fue, sencillamente, un hombre al servicio de los demás, que ejerció su ministerio con pasión y entrega absoluta, pero que también se convirtió en un dirigente social que luchó denodadamente por reclamar políticas sociales”, completó.

A su tiempo, el rector Hugo Juri eligió homenajear al Cura Brochero desde su rol como egresado universitario. “La universidad gradúa profesionales, pero sobre todo personas con valores. Que el Cura Brochero sea graduado de la UNC, no solo nos enorgullece, sino que pone la medida de lo que es una universidad de 400 años, y nos da un ejemplo a las futuras generaciones”, apuntó el titular de la Casa de Trejo.

Luego reconoció a Brochero como un progresista en su época. Señaló que además de hacer caridad, reclamaba por los pobladores y les enseñaba a reclamar. Y enfatizó que pensaba de manera progresista cuestiones de infraestructura, de ahí sus gestiones para la llegada del ferrocarril. En ese marco, Juri destacó su capacidad para brindar el ejemplo, con el uso del pico y la pala. “Es la mezcla de lo que tiene que ser un universitario: un intelectual y una persona de acción. Tenemos el honor de ser autoridades universitarias en este momento tan especial. Ojalá este ejemplo cunda aun más en nuestros jóvenes argentinos, que piensan en su país, en su sociedad, y que durante muchas generaciones más seguirán graduándose en nuestra universidad.

Tras las alocuciones, se descubrió un retrato del Cura Brochero realizado por el artista plástico Washington Rivière, que fue bendecido por el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez.

En la ceremonia, además de autoridades universitarias, eclesiásticas y de la Justicia Federal de Córdoba, estuvo también el arzobispo emérito de Paraná, el cardenal Estanislao Karlic.

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