UNCuyo: se inauguró un bloque de aulas para 800 estudiantes en Ciencias Agrarias

En el predio de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo, se habilitó el flamante bloque de aulas de enseñanzas, que consta de cuatro grandes espacios de cursado para 200 estudiantes cada uno; el actual edificio de esa facultad fue el primero que construyó la casa de altos estudios en la década del ‘50. Las nuevas aulas resolverán necesidades edilicias, producto del crecimiento en la matrícula de alumnos.
El edificio cubre una superficie cercana a los 4000 m2 y en sus dos pisos alberga cuatro aulas modulares cada una, que pueden dividirse (gracias a un diseño con panel acústico) para convertirse en salones más pequeños. También tiene un ala de servicios con baños en planta baja y planta alta, y un ascensor con capacidad para 10 personas.
Esta obra requirió una inversión de 17 millones de pesos, con fondos provenientes de la UNCuyo y del programa nacional de apoyo al Desarrollo de Universidades.
“Tenemos que sentirnos orgullosos y felices porque todos conocemos y valoramos lo que representa para nuestra Facultad poder disponer de este bloque de aulas”, afirmó la decana Concepción Arjona, luego de cortar la cinta y descubrir la placa inaugural junto al rector de la UNCuyo, Arturo Somoza. También participaron del acto el vicerrector José Rodríguez, el vicerrector electo Jorge Barón, personal de Obras del Rectorado, y miembros de la comunidad educativa de la facultad.
“La ingeniería que había que hacer para distribuir las aulas resultaba una tarea bastante ardua, sobre todo para el Departamento de Alumnos”, reconoció Arjona al recordar la difícil situación que atravesaba la Facultad desde hace unos años para dictar las clases en forma adecuada.  En el último tiempo, esta dependencia de la UNCuyo había crecido en cantidad de estudiantes y en número de carreras, y la estructura edilicia actual resultaba insuficiente para cubrir la demanda.
El nuevo espacio vino a resolver esa “necesidad imperiosa”, explicó la decana, y remarcó que «en cada proceso de acreditación de calidad de enseñanza ante la Coneau –que exigía condiciones mínimas para el dictado de clases- se insistió y demandó la falta de infraestructura, de aulas disponibles, para hacer frente al crecimiento en la matrícula».
En su discurso, Arjona reconoció y agradeció el trabajo, esfuerzo y compromiso tanto del vicerrector y ex decano de la facultad, José Rodríguez, como del Consejo Superior de la Universidad y de los secretarios de la unidad académica para peticionar y gestionar la construcción de estas aulas. Al mismo tiempo que reconoció el apoyo de funcionarios de la secretaría de Políticas Universitarias de Nación, para obtener el financiamiento. La obra comenzó a construirse en febrero de 2013.
Entre los pocos detalles que faltan concretar se encuentran los proyectos de “parquización del entorno” que llevará adelante la Cátedra de Espacios Verdes (actividad pensada como práctica curricular) y de “refuncionalización de los espacios verdes” que realizará la Cátedra de Botánica.
“La decana Arjona historió muy bien este duro proceso”, manifestó Somoza a su turno, y recordó que por casi cinco décadas el edificio estuvo habilitado a la mitad.
“En ese momento el edificio contaba con comodidades que otras facultades no tenían, como el espacio para institutos y cátedras, pero las dimensiones de las aulas eran muy pequeñas y el diseño no preveía el crecimiento de la matrícula, lo cual en muchos casos nos obligó a improvisar lugares de cursado”, aseguró el ingeniero agrónomo.
Somoza calificó como “de un hecho de absoluta justicia» la construcción de esta obra, y agregó que «en casi 70 años esta es la primera construcción significativa que tiene la Universidad Nacional de Cuyo, estuvimos rezagados en comparación con el importante crecimiento edilicio que tuvieron otras facultades”.

Fuente: UNCuyo