Trimarco: “El fallo es una luz de esperanza en la lucha contra la trata”

El fallo de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, que revocó la absolución de 10 de los 13 imputados en el juicio por el secuestro y desaparición en 2002 de Marita Verón, fue definido por su madre, Susana Trimarco, como «una luz de esperanza en la lucha contra la trata de personas».
Al salir ayer de la Casa Rosada, donde fue recibida por la vicejefa de Gabinete de Ministros, Laura Fabiana Sambanca, Trimarco opinó que «el fallo le dio la razón porque la Corte Suprema de Justicia de Tucumán (integrada por Antonio Estofán, Antonio Gandur y Claudia Sbdar) miró lo que tenía que mirar: a las víctimas».
Ese tribunal modificó parcialmente la sentencia absolutoria que había dictado el 11 de diciembre del año pasado la Sala II de la Cámara Penal de Tucumán, integrada por Alberto Piedrabuena, Eduardo Romero Lascano y Emilio Herrera Molina.
«Yo siempre lo dije: hay que escuchar a las víctimas. Ellas se sentaron ante la justicia y mirando a los acusados se animaron a decirles `vos me violaste, vos me violaste y me hiciste abortar, vos me privaste de la libertad`, explicó al repudiar aquel polémico fallo del 11 de diciembre.
Para Trimarco, la resolución de la Corte «fue una sentencia de lujo» y opinó que «no es casual» que el tribunal esté integrado por una mujer (Claudia Sbdar).
Según Trimarco, la magistrada fundamentó la revocación de un fallo «vergonzoso que dejó hace un año en libertad y libre de cargo y culpa a los 13 acusados del juicio y lo hizo con una mirada que no habían tenido los otros jueces: la mirada de género y la comprensión del fenómeno de la trata de personas».
En una parte del fallo, de 178 páginas, la Corte señaló que «de las numerosas declaraciones testimoniales producidas en el debate, (…) subyace en la investigación de la causa el fenómeno de la trata de personas».
El fallo precisa que en el proceso «no se juzga el tipo penal relativo a la trata de personas tipificado en la Ley 26.364, por resultar posterior a la fecha de los sucesos de la causa, aunque resulta necesaria la comprensión de dicho fenómeno a los fines de la correcta valoración de los hechos y de las pruebas».
«La mirada de género que aplican por fin los jueces de la corte permite valorar los testimonios de las víctimas de otra manera» reivindicó la mamá de Marita Verón, que recordó que la Sala II de la Cámara Penal de Tucumán «no entendió esto y por eso vamos a seguir pidiendo un juicio político para ellos».
Trimarco destacó que llegar a esta situación «costó años de vida y de trabajo» por lo que agradeció «a la sociedad y a los medios de comunicación que nos ayudaron a visibilizar este delito».
«No puedo decir que estoy feliz porque lo estaré cuando encuentre a mi hija, pero lo de ayer fue un avance de todos los que trabajaron contra este delito complejo, que tiene ramificaciones en el exterior y que se vincula al lavado de dinero y al tráfico de armas y drogas», aseguró.
La madre de Marita Verón dijo que sigue y seguirá trabajando para lograr «la pena máxima» para los acusados por la desaparición de su hija, y de todas las chicas que han sido víctimas de la trata.
«Ahora los abogados pedirán la inmediata detención de estos delincuentes que siguen estando en la calle, robando y secuestrando mujeres y cuyas condenas definirá otra sala del mismo tribunal de origen».
Las penas deberán recaer sobre José Fernando «Chenga» Gómez, su hermano Gonzalo José Gómez, Daniela Natalia Milhein y Andrés Alejandro González, a quienes se los condenó por el delito de retención y ocultamiento agravado para el ejercicio de la prostitución de Marita.
Además, ese nuevo tribunal deberá establecer las penas a Juan Humberto Derobertis, María Azucena Márquez, Mariana Natalia Bustos, Carlos Alberto Luna, Cynthia Paola Gaitán y Domingo Pascual Andrada, condenados como partícipes necesarios de esos delitos.
La Corte mantuvo la absolución para María Jesús Rivero, ex pareja de Angel «La Chancha» Ale, y su hermano Víctor Rivero, acusados por Trimarco como supuestos autores intelectual y material del secuestro; y dispuso la extinción de la acción penal contra Lidia Irma Medina, que murió el 25 de febrero pasado.
El fallo del 11 de diciembre fue apelado por los abogados de Trimarco, quienes iniciaron un pedido de destitución contra los tres jueces.
El proceso se detuvo por resoluciones judiciales que hicieron lugar a los planteos realizados por Herrera Molina y Piedrabuena, quienes renunciaron para acogerse al beneficio de la jubilación.
Marita Verón fue secuestrada el 3 de abril de 2002, cuando tenía 23 años y se dirigía a la Maternidad de la capital tucumana para realizarse un estudio médico.
Desde ese día Trimarco inició la búsqueda de su hija, caso que se transformó en un emblema de la lucha contra la trata de personas.

Fuente: Télam