FUBA: el PO y el PTS presentaron sus balances

Luego del Congreso de la FUBA, que decretó la continuidad de la izquierda en la presidencia y el desembarco del kirchnerismo a la secretaria general, las distintas fuerzas políticas universitarias realizaron sus balances. En esta ocasión, repasamos los escritos del Partido Obrero y la Juventud del PTS.

FUBA: victoria y desafíos
Por Alejandro Lipcovich (PO)

El frente de agrupaciones de izquierda “Por otro 1918” (UJS-Partido Obrero, La Mella-Marea Popular, CRCR, Cauce, IS, MST) conquistó la conducción y mayoría en la Junta Ejecutiva de la Fuba, con 56 delegados sobre 72 presentes. La UJS, como principal corriente del frente ganador, contará con cinco secretarías de las trece obtenidas por el Frente. Unidos y Organizados (La Cámpora y otros) obtuvo dos secretarías sobre dieciséis -entre ellas la general-, por el voto de trece delegados. Por último, el PTS consiguió la última secretaría a partir de sus tres delegados. De este modo, Julián Asiner será el nuevo copresidente por la UJS-PO, junto a Martha Linares (Marea Popular). Adrián Echaide, de la CRCR, ocupará la vicepresidencia, mientras Cauce, IS y MST integran secretarías. En paralelo a la elección de la dirección, tuvo lugar el plenario final de votación de resoluciones (véase nota).
Golpe al vaciamiento
La realización del congreso implicó una derrota de la estrategia vaciadora -quitar quórum- que durante más de un año impulsaron de común acuerdo Franja Morada y La Cámpora. Replicando el pacto que “por arriba” tienen para la gestión de la universidad, “por abajo” apostaron a la división del movimiento estudiantil, habida cuenta de que una Fuba de izquierda es su “mal mayor”. Otro de los grandes derrotados fue el rectorado. La Fuba discutió especialmente el relanzamiento de la lucha por la democratización del gobierno universitario, que vuelve a estar sobre el tapete por la renovación de autoridades prevista para este año. El congreso rechazó la re-re del rector K Hallú, su reemplazo por el vice Barbieri, también oficialista, o cualquiera de los decanos actuales, cómplices del ajuste y la privatización.
La lucha política por la realización del congreso y la lista
La “foto” final del congreso estuvo precedida por una aguda lucha política. La UJS realizó una intensa campaña acerca de los desafíos de la Fuba respecto de su agenda y su programa. Partíamos de un balance negativo de la última etapa, que abarcaba especialmente al frente de conducción. Por eso reclamamos una modificación del funcionamiento de la Fuba, para que fueran sus instancias orgánicas las que determinaran el curso a seguir, con completa claridad en torno de las posiciones en pugna. Propusimos un método para superar la “tupacamarización” de la Fuba, que, de proseguir, concluiría en el desprestigio de la izquierda y la victoria de la derecha. A la luz de este balance, planteamos pasar a un orden de prelación en la lista siguiendo estrictamente los delegados que cada fuerza ostenta. No hubo acuerdo sobre este punto. El resto de las corrientes rechazó nuestro planteo, pues la negativa a reconocer la mayoría relativa de la UJS preserva su sobrerrepresentación. Marea Popular, sin embargo, fue más allá. Planteó que ambos aspectos constituían la “disolución” del frente, y reclamó un funcionamiento de la Fuba por “consenso”. Pero sucede que, como ya señalamos en Prensa Obrera, “no fingimos que nos une un programa o un sistema de principios de conjunto, sino una intención transitoria: bloquear a la derecha, evitar la acefalía, mantener la independencia de la Fuba del Estado”. La UJS propuso un método para superar la crisis actual; de lo contrario íbamos a la disolución, ya no de la conducción sino de la propia Fuba. Finalmente, la lista “Por otro 1918” mantuvo el compromiso “técnico” de la copresidencia, y estableció entre sus acuerdos la convocatoria de las juntas Ejecutiva y Representativa, cada quince días respectivamente.
Otro aspecto de debate fue la presencia de Libres del Sur. Nuestra propuesta fue rechazar su sobrerrepresentación, cuestionada en función de que, mientras se presentan como izquierda en la UBA, protagonizan un frente junto a banqueros y radicales en la Ciudad. Estuvimos dispuestos a aceptar la contradicción extrema de que integraran la lista de la izquierda, siempre y cuando fuera para contribuir a la derrota de Franja y los K, y no para usurpar una representación. Ello significaba que ocuparan una secretaría, a la que sus cuatro delegados habilitan. Marea Popular y la CRCR, en cambio, plantearon que continuaran en la vicepresidencia. Libres del Sur reveló sus intenciones con una extorsión: “Sin vicepresidencia, no damos quórum”. La firme oposición del PO desencadenó su apartamiento, evidenciando que el único interés de Libres del Sur era aprovecharse de su ambivalencia para obtener un cargo, y de ningún modo la contribución a la independencia política de la Fuba.
El ingreso de La Cámpora
La participación del kirchnerismo en el Congreso presenta elementos contradictorios. Por un lado, es una inocultable derrota en relación con la política de vaciamiento y división que impulsan en el movimiento popular, y en el estudiantil en particular. Luego de sabotear el quórum por más de un año, debieron retroceder en sus pasos y acreditar los delegados que la votación estudiantil les otorgó. Ello no significa en modo alguno que hayan “revisado” su orientación. No se nos escapa que los K buscarán utilizar la secretaría general obtenida para alimentar su FUA paralela, un engendro parido en las oficinas del Ministerio de Educación y la Jefatura de Gabinete. De hecho, el congreso votó una declaración denunciando a la “FUA K”, al tiempo que reivindicó la lucha por la recuperación de la Federación nacional, vaciada por Franja Morada. Este cuadro refuerza la necesidad de una confrontación sistemática de posiciones en los organismos de la Fuba.
Límites y desafíos
La victoria tiene como mérito principal la claridad con la que abordamos sus límites; no depositamos expectativas en que el frente de conducción por sí solo las aborde. La lista resultante sigue siendo un compromiso extremo, aunque basado en un principio decisivo: la derrota de las fuerzas del régimen. Los chavistas de Marea Popular mantienen como contradicción preferir “confundirse” con los “troskos” en la dirección de la Fuba antes que con La Cámpora.
Por caso, las numerosas resoluciones que adoptó el congreso abierto no serán de “aplicación automática”. Pasamos a una nueva fase de lucha política, donde nuestra apuesta es el desarrollo de la Fuba, no el ajuste de cuentas. La presencia del kirchnerismo en la Ejecutiva, a su vez, refuerza la necesidad de una batalla política a fondo. Nuestra línea rectora será la unidad del movimiento estudiantil para enfrentar el ajuste de los K y su oposición. La Fuba tiene el extraordinario desafío en 2013 de desatar un intenso movimiento por la transformación de los órganos de gobierno – la “democratización”.
La UJS, principal fuerza de la izquierda, se valdrá de esta victoria para desenvolver todas las conclusiones del caso, que apuntan a la organización del movimiento estudiantil junto a la clase obrera y, en definitiva, al fortalecimiento de una alternativa socialista de la juventud.

El kirchnerismo avanza frente a una FUBA paralizada
Por Juventud del PTS

Llegando a la medianoche del sábado 27/4, con 9 horas de retraso, empezaban los preparativos para realizar el “plenario de cierre”. Poco más tarde, ya entrada la madrugada del domingo, a una cuadra del lugar donde estaba realizándose el plenario, estaba lo único que le importaba realmente a la conducción (PO-MELLA): los “cartones” que representan los votos que luego definirán que lista se queda con la conducción de la federación. Mientras este año vemos como surge un nuevo activismo estudiantil que se expresó en centenares que tomaron en sus manos la solidaridad activa con las inundaciones, en asambleas masivas como la de Historia, en movilizaciones y procesos de organización como el de Psicología después de la represión en el Borda, el Congreso de la FUBA queda aún más burocrático y bochornoso, llegando al colmo de maltratar a los pocos independientes que asistieron. El conteo de los “cartones”, de espalda a estos hechos, ubicaba al frente entre el PO, Mella en  la presidencia, mientras que el kirchnerismo, agrupado en Unidos y Organizados, obtenía la Secretaria General. Un resultado que muestra un importante avance de los K en la Federación.

Como veníamos planteando desde la Juventud del PTS, el bloque de conducción entre el PO y La Mella expresa un acuerdo sin principios y sin programa. Sus métodos burocráticos, que los vimos nuevamente en un Congreso vacío y sin debate, responden a la necesidad de que no salten a la luz las contradicciones políticas de este bloque en el que el PO actúa en común con una corriente cada vez más kirchnerista como es La Mella, quienes incluso se niegan a denunciar los escándalos de corrupción del gobierno y a los empresarios K como Cristóbal López, que con la Prefectura nos reprimió una decena de veces en la lucha de los trabajadores del Casino. Al mismo tiempo, el intento de tapar todo debate responde a ocultar la política de vaciamiento de la Federación, que reduce la actividad de los Centros y de la propia FUBA casi exclusivamente a la administración de fotocopiadoras con decenas de militantes rentados y a un “sello político” que cada corriente de la conducción utiliza a su gusto. Sobre esta base se viene fortaleciendo en la FUBA el avance de las corrientes capitalistas, tanto del gobierno como de la oposición, contra una perspectiva de independencia política.

En los últimos dos congresos, la política del gobierno K y de la oposición de la Franja Morada-UCR había sido el boicot al quórum, lo que había abierto una crisis en la conducción, que se auto-prorrogó su mandato sin votación alguna. Este año la conducción, al volver a apostar a un congreso de rosca y no a la participación estudiantil, quedó como rehén de dos políticas (o “compromiso extremo” como le llama el PO para consolarse): o nuevamente no se lograba el quórum y se profundizaba la crisis “de funcionamiento”, o se fortalecía alguna alternativa capitalista desde adentro de la Federación, ya sea por la vía de que Libres del Sur (aliado de la Franja) se mantuviera en la conducción o, lo que finalmente sucedió, que avance el kirchnerismo. El resultado es claro: hoy la FUBA tiene una corriente filo-K (o de “kirchnerismo explícito”, como gusta decir el PO) que es La Mella, como copresidencia, y al kirchnerismo “oficial” como Secretaría General. Que los K avancen, mientras en el país crece el descontento contra el gobierno por la inflación, el techo a las paritarias, las inundaciones y los escándalos de corrupción, sólo es posible producto del vaciamiento y la falta de independencia política de su conducción. Al revés de lo que dice el PO, que derrotó la “estrategia de vaciamiento” de los K mediante un acuerdo de “intención transitoria” con sus aliados para “mantener la independencia del estado”, en este Congreso fue el Kirchnerismo, y por lo tanto el estado quien tomó la ofensiva. Los K utilizarán esta conquista para su FUA paralela que divide al movimiento estudiantil y responde directamente a la Rosada. Es un punto de apoyo para los que mantienen la universidad de la LES al servicio de los capitalistas y aplican la “sintonía fina” al presupuesto.

Si, como afirmaba Lipcovich en Prensa Obrera hace menos de un mes, una de las principales tareas era “acentuar la delimitación con el gobierno K”, podemos decir claramente que el resultado fue el contrario. Con una FUBA vaciada, con los K en la mesa ejecutiva y con La Mella en la presidencia, de poco va a servir el programa “anti-K” votado en el congreso.

Todavía se podía caer más bajo (al subsuelo)

Si alguien pensaba que la conducción no podía caer más bajo en participación estudiantil luego de la realización de una marcha con menos estudiantes que un teórico, y de paneles y comisiones rutinarios, se equivocaba, ya que en el Congreso mismo la participación se fue al subsuelo. En un oscuro e irrespirable sótano de Medicina, la conducción organizó un “plenario” en el que no se abrió el micrófono para el debate y…ni siquiera se escuchaban las mociones a ser votadas. Todo esto, 9 horas después del horario de convocatoria y con cordones de seguridad de la conducción que no invitaban mucho a la participación de estudiantes independientes.

De esta forma el Congreso se encaminó al escenario que el propio PO había osado denunciar en diciembre, pero que escondió como un exabrupto de días de fiestas navideñas. En esa fiebre de verano una de esas frases del PO que deben quedar en el olvido rezaba: “Es claro que estos objetivos sólo son posibles mediante una deliberación que incluya a miles y miles de estudiantes, algo que no puede hacerse en diciembre, con facultades vacías. ¿Comparte La Mella estos objetivos? ¿Quiere una FUBA de lucha? La pregunta es legítima, toda vez que en el volante que han sacado contra nosotros omiten por completo estas tareas, aunque tampoco propone otras. Una despolitización absoluta que reduce el Congreso a un trámite burocrático”, para terminar con una definición “facciosa” por parte de los propios compañeros del PO: “Y ahora tenemos otra pelea: evitar que la FUBA se transforme en un sello de goma para intereses particulares, sin participación, sin debate, sin lucha política, sin movilización ni acción de los miles de estudiantes.”

Increíble pero real. La imagen del cierre de este Congreso se asemeja llamativamente a ese último alerta que los compañeros del PO plantearon, pero que rápidamente escondieron bajo la alfombra. Lo que hay que definir claramente son las consecuencias políticas de esas prácticas que llevaron a que la federación se transforme en una cáscara vacía, cuestión que en función de sostener la chapa de la FUBA con sus cajas de fotocopiadoras, el PO guarda en el cajón de los recuerdos, tildando de facciosos a quienes queremos que la FUBA se transforme en una herramienta de organización política para miles de estudiantes.

Transformar los centros y las federaciones y luchar por un movimiento estudiantil independiente del gobierno y la oposición patronal

Desde la Juventud del PTS, participamos para luchar por cambiar el carácter del Congreso con cerca de 100 estudiantes independientes con los cuales impulsamos en común la campaña de solidaridad por las inundaciones, el repudio a la represión en el Borda, y con quienes marchamos pidiendo justicia por Mariano Ferreyra. Ante la política del PO e IS (que también sufre de problemas de memoria y se olvidó del “pacto desmovilizador” que había enunciado criticando a la dirección) de mantener un frente de conducción que es responsable de la actual situación de parálisis y de avance K, presentamos una lista que obtuvo una Secretaría. En las comisiones, y durante las semanas de Congreso, desarrollamos 13 propuestas para sacar a la Federación de su crisis, cuestiones que vamos a seguir peleando en los centros y en la Federación.  Desde la Secretaría obtenida vamos a impulsar y tomar en nuestras manos las propuestas progresivas que se votaron en el Congreso a propuesta de la Juventud del PTS, como la convocatoria a un pre-encuentro de mujeres llamado por la FUBA para alentar la más amplia participación en la lucha por el derecho al aborto, y garantizar la pelea para que el Encuentro Nacional de Mujeres tenga un carácter resolutivo. Seguiremos planteando la necesidad de realizar un Congreso Extraordinario con amplia participación, para que el movimiento estudiantil transforme sus organizaciones para que sean una herramienta para la lucha por la educación pública y para actuar en la escena nacional junto a los trabajadores de forma independiente del gobierno y la oposición patronal, para dar una salida a los grandes problemas nacionales favorable a los trabajadores y el pueblo. Esta es la única forma de enfrentar el avance del  gobierno y de la oposición sobre nuestras organizaciones, y es la pelea que vamos a llevar adelante.

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