Declararán pilotos de los “vuelos de la muerte”

El tercer juicio oral por delitos de lesa humanidad perpetrados en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) durante la última dictadura militar, retomará hoy su curso con la declaración a indagatoria de cinco de los siete pilotos y tripulantes acusados de haber participado en los denominados «vuelos de la muerte».
El juicio que lleva adelante el Tribunal Oral en lo Federal 5 es el primer proceso oral y público en Argentina sobre esta práctica sistemática, que en el día de mañana contará con la declaración a indagatoria de cinco de los siete imputados, que podrán ampliar su indagatoria la próxima semana.
Los pilotos Alejandro Domingo D`agostino, Enrique José De Saint Georges, y los tripulantes Rubén Ricardo Ormello y Gonzalo Torres de Tolosa prestarán declaración mañana a partir de las 10 en Comodoro Py; mientras que el imputado Julio Alberto Poch deberá ampliar su indagatoria el próximo lunes, y Mario Daniel Arrú deberá hacerlo el jueves.
«Los vuelos de la muerte fueron una de las prácticas más emblemáticas del Terrorismo de Estado», consideraron desde el Espacio Memoria y Derechos Humanos en un comunicado sobre la causa que tiene como imputados a pilotos que habrían comandado los aviones y tripulantes considerados como «partícipes necesarios» de esta práctica criminal durante la última dictadura.
En el juicio por la megacausa por los crímenes cometidos en la ex Escuela de Mecánica de la Armada son juzgadas en total 67 personas por delitos de lesa humanidad en perjuicio de 789 víctimas, y contará a partir de marzo con la declaración de más de 800 testigos que desfilarán por los tribunales de Comodoro Py.
Entre las víctimas de los «vuelos de la muerte» se encuentran integrantes de Madres de Plaza de Mayo como es el caso de la miembro fundadora Azucena Villaflor, como también el de las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Domon, quienes formaban parte del grupo de mujeres que se reunía en la Iglesia de la Santa Cruz para buscar a sus seres queridos desaparecido, cuyos restos fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense.
«En el centro clandestino de detención, tortura y exterminio que funcionó en la ESMA la denominación `traslado` implicaba que la persona privada ilegalmente de su libertad era adormecida con una dosis de pentotal, desnudada, subida a un avión y arrojada viva al río o al mar», evocaron desde el Espacio que funciona en la sede de la ex ESMA.
TELAM