Retomar una tradición de lucha

Por TUN 29 de mayo

Un 2012 agitado
Luego del 54% obtenido por el kirchnerismo en las elecciones de 2011, el gobierno de CFK se lanzó a fondo con la aplicación de sus planes antipopulares. Sabiendo que la crisis económica internacional llegaría a las puertas del país y que el triunfalismo le duraría poco, se abocó a la defensa de la megaminería contaminante y saqueadora, la quita de subsidios y el tarifazo en puertas, la inflación que no para y el techo salarial a los trabajadores.
Asimismo, el “accidente” de Once reveló el negociado TBA-CFK, que tiene al transporte público por el piso pero a los subsidios por los cielos. Para frenar la bronca popular, se adelantó con la sanción de una nueva Ley Antiterrorista, punta de lanza de la criminalización de la protesta.
Así, este 2012 comenzó caliente. Los trabajadores, desocupados, estudiantes… todo el campo popular va levantando su rechazo a la megaminería, el crimen de Once, la falta de ayuda para los damnificados del temporal, la nefasta Ley Antiterrorista, los tarifazos y el tope salarial. El movimiento estudiantil suma sus propias demandas y su larga tradición de unidad en las aulas y las calles con los trabajadores y el pueblo.
Panorama educativo
En este sentido, en la educación se abre un nuevo frente de tormenta. El presupuesto subió solo un 18%, por debajo de la inflación real y en concordancia con el techo salarial K, que los docentes combaten desde principios del ciclo lectivo. Ocurre que más del 90% del dinero seguirá siendo destinado al pago de magros salarios, y sigue habiendo miles de docentes que trabajan ad-honorem.
Por otro lado, en cuanto a la calidad y los contenidos de la educación, con el gobierno K la CoNEAU avanzó sobre las universidades nacionales, profundizando la mercantilización del conocimiento como lo proponen el Banco Mundial, la OMC y el FMI, impulsores de la LES (Ley de Educación Superior), el Plan Alfa Tuning y programas privatistas similares en toda América Latina.
FUBA: Un poco de historia
La rebelión del 2001 mostró el camino para los de abajo y dio pie al proceso de recuperación de la FUBA por parte de la izquierda. Aquella hizo propias las banderas del “que se vayan todos”, que expresaban el hartazgo y la combatividad populares. El importante empujón del contexto rebelde fue acompañado por la correcta decisión de dar la pelea por poner este instrumento del movimiento estudiantil al servicio de la lucha popular.
En ese tiempo la FUBA se puso a la cabeza de las luchas que surgieron al calor del 2001, teniendo un papel importante en la batalla del Puente Pueyrredón que definió la salida anticipada de Duhalde.  Sin esconder que la heterogeneidad de fuerzas en su conducción planteaba líneas de acción divergentes, la FUBA asumió uno de los programas de lucha más altos del período, incorporándose a la Asamblea Nacional de Trabajadores –el polo coordinador de las luchas que marcó la agenda de la Argentina durante varios años.
El rol de la Federación
Hoy la FUBA debe ser un polo de coordinación para la lucha del movimiento estudiantil para ponerla en sintonía con la bronca que expresa nuestro pueblo.
Este es el principal límite político de la Federación, que deriva de su actual dirección. Las organizaciones de la conducción comparten una caracterización defensista del período que vivimos y de las tareas que debemos encarar, que los lleva a desconfiar del desarrollo de los conflictos y del potencial de la lucha. Asimismo, el posicionamiento ambiguo en torno al kirchnerismo que lleva adelante parte de estas fuerzas, representan un obstáculo en el esclarecimiento de los blancos, necesario para profundizar la pelea por una mejor educación.
De allí que en los últimos conflictos como el Estudiantazo del 2010 la FUBA haya intervenido muy superficialmente, con la presencia de su bandera y alguna declaración eventual, sin llevar la chispa desde las facultades donde surgió hacia las demás.
En sintonía con la lucha popular
Las brasas de la rebelión del 2001 no pudieron ser apagadas. El combativismo viene recuperando su rol en el movimiento obrero: los tercerizados del Roca, las luchas de Kraft, Subte, Bosch, Arcor, Paraná Metal, etc. lo demuestran. Los desocupados y los sin techo siguen peleando por vivienda y trabajo, poniendo al gobierno en crisis y a los punteros contra las cuerdas.
Nuestra tarea principal como movimiento estudiantil es avanzar por el camino del Estudiantazo y la rebeldía popular, organizar una Federación combativa que coordine la lucha junto a todos los sectores combativos. Nuestro principal objetivo es abrir el camino hacia nuevos Cordobazos, con una perspectiva revolucionaria y antiimperialista, para poner la educación al servicio de la liberación de nuestro pueblo.
Desde la 29 de MAYO nos comprometemos en este camino y ponemos todas nuestras herramientas, delegados y centros de estudiantes al servicio de este programa.
·         Aumento de presupuesto para becas, comedores, guarderías, infraestructura edilicia y subsidios para materiales de estudio.
·         No a la Ley de Financiamiento Educativo.
·         No a la CONEAU. Fuera las multinacionales, organismos internacionales y monopolios de nuestra Universidad.
·         No a los fondos de la Alumbrera.
·         No al pago de la deuda externa
·         Fuera los ajustadores de la UBA. Aumento de salario para los docentes y no docentes. Salario para los ad honorem.
·         Libertad a todos los presos políticos y desprocesamiento de los luchadores populares.
·         Derogación de la ley antiterrorista.
·         Basta de persecución a los que luchan. No al proyecto X
·         Por una educación pública y gratuita al servicio de la liberación de nuestro pueblo.
*ESTE SABADO 11 HS EN EL ESTACIONAMIENTO DE SOCIALES NOS JUNTAMOS A DISCUTIR NUESTRA POSICION SOBRE LA FUBA, SOBRE EL ROL HISTORICO DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL Y SUS FEDERACIONES Y CUALES SON LAS TAREAS PLANTEADAS HOY.
* OLLA POPULAR
* RESTAURACION DEL MURAL DEL CORDOBAZO