Tucumán: hallan una fosa común en un centro clandestino de detención

El juzgado federal a cargo del juez Daniel Bejas informó ayer el hallazgo de una fosa común, en un centro clandestino de detención de la última dictadura militar, el ex Arsenal Miguel de Azcuénaga. Fueron encontrados restos óseos correspondientes a un mínimo de 15 personas desaparecidas y proyectiles de armas de fuego.

El descubrimiento se produjo a raíz de una pericia a cargo del Equipo Argentino de Antropología Forense, con colaboración del Grupo Interdisciplinario de Arqueología y Antropología de Tucumán, y tuvo lugar horas después de confirmarse que los restos oseos hallados en el Pozo de Vargas -otro lugar donde se sospecha que fueron arrojados cuerpos sin vida de desaparecidos durante la dictadura militar- pertenecen al ex senador provincial Guillermo Vargas Aignasse.

Los investigadores judiciales presumen que esa tumba colectiva contiene restos de personas secuestradas y sería además el lugar de ejecución, muchas de las cuales podrían haber sido ejecutadas en persona por el recientemente fallecido represor Antonio Domingo Bussi, quien solía disparar en la nuca a los prisioneros -y además fue condenado a prisión perpetua por el Pozo de Vargas-, y por sus subordinados de la represión ilegal.

«Estos hallazgos trazan una perspectiva que tiende a aclarar cada vez más el destino de las víctimas del terrorismo de estado», destacó el secretario de Derechos Humanos de la provincia, Humberto Rava.

Durante una conferencia de prensa ofrecida ayer en la Casa de Gobierno, el funcionario sostuvo que estos casos resaltan «la importancia de la derogación de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, con más de 300 genocidas juzgados» desde la anulación de las leyes de impunidad.

«No pueden sostener con argumentos racionales la barbarie y el terrorismo de estado que vivió Tucumán y el país», indicó.

Por su parte, Selva Varela y Juan Nobile, integrantes del equipo Argentino de Antropología Forense que trabajó en el Arsenal, señalaron que «encontramos una fosa común con restos esqueletizados, restos óseos parcialmente quemados de por lo menos 15 personas».

Los arqueólogos explicaron que los cuerpos serán trasladados al laboratorio en Buenos Aires y se realizarán análisis para delimitar sexo, edad, estatura y pruebas genéticas que permitan identificarlos.

Varela y Nobile fueron ayer a Casa de Gobierno, donde se reunieron con el gobernador de Tucumán, José Alperovich, a quien brindaron detalles sobre el trabajo que realizan.

Alperovich sostuvo que la confirmación de la existencia de fosas comunes con restos de desaparecidos en la provincia «comprueba que el genocidio de la dictadura militar fue tremendo, como así el grado de aberración que hubo en la Argentina, y cómo se mataba gente».

«Sin dudas es bueno que se muestre a la sociedad y que se esclarezcan los hechos», afirmó el mandatario provincial.

«Los familiares nunca tuvieron la posibilidad de tener una tumba donde ponerle una flor porque han ocultado los cadáveres durante mucho tiempo y ahora la gente se va a dar cuenta de la realidad que se negaba porque no aparecían los cadáveres», indicó Alperovich.

Foto: CIJ