El rector de la Universidad de Buenos Aires, Rubén Hallú, junto al director del Ciclo Básico Común, Jorge Ferronato, dejó inaugurado oficialmente la sede número 7 del CBC que lleva el nombre de «Dr. José María Ramos Mejía», al desanudar la cinta con los colores argentinos en el hall del edificio de la calle del mismo nombre en el barrio porteño de Villa Crespo -a una cuadra del Parque Centenario-, descubriendo al mismo tiempo una placa recordativa y un mural en defensa de los Derechos Humanos realizado por docentes, no docentes y alumnos.
En un aula del primer piso se proyectó un video alusivo y se entregaron además diplomas y medallas conmemorativas a profesores, y premios a los ganadores del concurso que dio origen a los «Premios estímulo a la producción gráfica y literaria»
En el estrado acompañaban al rector Hallu y al director del CBC, los decanos de la Facultad de Ciencias Veterinarias, Marcelo Miguez; de Ciencias Exactas y Naturales, Jorge Aliaga; de Ingeniería, Carlos Rosito, y de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Eduardo Cajide. En tanto colmaban el recinto docentes, no docentes y alumnos del CBC «Ramos Mejía», e invitados especiales.
En la ocasión, Hallú anunció- motivando el aplaudo prolongado de los asistentes-, que el Consejo Superior había aprobado por unanimidad el llamado a concurso para cubrir quince cargos de profesores regulares para el CBC «y esto es una clara demostración de que el Ciclo Básico Común de la UBA sigue vigente». Y agregó que se está elaborando un Reglamento para el CBC, en el que figurarán llamados a concurso para cubrir jefaturas de trabajos prácticos y ayudantías.
Jorge Ferronato dijo, entre otras, cosas que, después de ser «una sede trashumante en locales y lugares poco aptos para el desarrollo de la actividad académica, que sin embargo fueron aceptados por nuestros docentes y nuestros trabajadores, tenemos ahora un ámbito propio donde dar conocimientos de excelencia en un marco de masividad (…) Por primera vez la dirección del CBC cuenta con una sede propia, gracias a la gestión y al empeño del señor rector Ruben Hallu, a quien le doy realmente las gracias por habernos dado esta posibilidad».
Al pronunciar su mensaje, el rector de la UBA expresó: «Esta Universidad, que cumple 190 años y que ha acompañado los avatares del país a lo largo de su historia, es de todos y todos la tenemos que cuidar: Por respeto a la sociedad y no solamente por cumplir con las funciones para las cuales fue creada, sino para decirle a esa sociedad que gastamos bien el presupuesto que nos otorga, porque lo gastamos en hacer lo que la sociedad quiere que hagamos».
Y agregó Hallú: «Siempre digo que la Universidad no es sus edificios sino su gente, porque este edificio es un logro de todos. Cuando las cosas están bien hechas es porque todos ponen su granito de arena. Por eso quiero agradecerles. Por el trabajo que hacen todos los días y a veces en condiciones que no son las ideales. Pero estén seguros que nosotros también estamos trabajando, y este edificio es una prueba, para que se sientan cada día mejor. Muchas gracias a todos».
Me dirijo con el fin de comucarles que desde hace semanas estoy intentando ingresar a la pagina del cbc para anotarme en el curso de verano, ya que en la sede en donde curso me comentaron que alli es donde debo registrarme. El problema es que la pagina web http://www2.cbc.uba.ar/cverano/ no funciona correctamente, aparce que el sistema esta sobre cargado cada vez que entro.
me gustaria saber que otra alternativa tengo para registrarme en el curso de verano ya que mañana es el ultimo dia de inscripcion.
Desde ya muchas gracias!
A ver, la sede es la sede, los estudiantes son los estudiantes, los docentes son los docentes y los empleados no docentes son…………….
Claro, que mejor que explicar con un ejemplo o vivirlo uno mismo, con solo dirigirse al 3° piso, oficina de personal (misma que se traslado desde ciudad universitaria) y ver una 6 o 7 empleadas “típicas” señoras cansadas de pelear con un maquillaje que ya no alcanza para esconder esa mala vida de una juventud que paso hace tanto tiempo, y que ya no volverá.
Dos señoras teñidas de amarillo con pelo corto y pestañas pintadas como con brea, mastican chicle y miran con aires de grandeza la ventanilla de atención al publico, y sin mover sus anchas caderas con esa masa amorfa caída llena pozos de esa maldita celulitis, te dicen: “que precisa?” . Mientras tanto en el otro extremo una señora un poco más mayor, ya asumiendo lo que la vida le dejo, y con cara de vaquita de campo enojada con la vida misma, mira por encima de sus lentes a todos buscando un respeto ya perdido. De repente un muchacho de pelo corto, muy corto… no, no era un muchacho era una señora también, pero esta señora le hizo una sonrisa a un compañero de ella tras un chiste que nadie recordará, parece que hay onda ahí, bue….. pobre flaco. Por allá esta la jefa parece, la verdadera jefa, obvio, dirigiendo al compás de la orquesta la caritas de….. de …..de ano? Pero bueno, así es la vida dentro de esa oficinita, el olor a la menopausia que se mezcla con la humedad de sus axilas, alientos llenos de bacterias que en forma de mini gotas caen sobre los pobres papeles cuando ellas hablan, una oficina de gente muy (feas).