NO a la Derecha en la U.C.R.

Por Juventud Radical – Mo.Re.Na.
Movimiento de Renovación Nacional – Avellaneda

Pronunciamiento frente a un eventual acuerdo electoral con De Narváez

Las versiones sobre la postulación del excéntrico empresario Francisco De Narváez como candidato a gobernador de nuestra provincia de Buenos Aires representan la firma del certificado de defunción del Frente Progresista a nivel local.

La actual conducción partidaria y los dirigentes que en su nombre negocian este acuerdo tendrán que hacerse cargo de la ruptura de la sociedad ideológica con el Partido Socialista y el GEN, de la aniquilación de una propuesta progresista que enfrente a la gestión del ex menemista Daniel Scioli, de la diáspora de los votantes de centroizquierda y del éxodo de militantes desilusionados de un proyecto que se abraza a la derecha por temor a perder una elección.

Éste, que se pretendió erigir como un movimiento de renovación, se sustentó ciertamente en la movilización y entusiasmo de miles de jóvenes que vieron -y aún ven- en el Dr. Ricardo Alfonsín a la encarnación de una alternativa socialdemócrata de izquierda. Esa imagen hoy está siendo eclipsada por la repudiable aparición de la figura del ex socio de Carlos Menem (2003), de Eduardo Duhalde (2005) y de Mauricio Macri (2007-2009).

Éste no sería sólo un acuerdo distrital: sería el correlato de una defección nacional. Este proyecto, consolidado desde el triunfo en las elecciones del Radicalismo provincial y forjado alrededor de la figura de Alfonsín, no puede ni debe traicionarse a sí mismo: habiendo enfrentado internamente a la derecha radical, resulta inadmisible ahora importar la derecha peronista.

El proyecto nacional está en riesgo no sólo por la pérdida de los aliados naturales, sino por estar promoviendo que en la principal provincia del país, las políticas de salud, desarrollo social, educación, seguridad, estén definidas por un personaje que no representa, ni remotamente, el ideario radical. Ni un millar de legisladores y ministros podría impedir, por ejemplo, que en nombre del Frente Progresista se criminalice la pobreza, se desmantele el sistema público de salud o se vacíe de contenido la educación básica.

Sin importar la decisión que pueda tomar la dirigencia, que no queden dudas de que la militancia se apresta a enfrentar el posible arribo a la Gobernación de este representante de la Derecha. Que gane la elección, que lo haga; pero no va a hacerlo con el acompañamiento, ni la militancia, ni la fiscalización, ni la movilización de estos radicales.

En Avellaneda, el potencial acuerdo correrá la misma suerte: la imposición de candidatos ideológicamente adversos tendrá antes que enfrentarse con quienes nos disponemos a utilizar todas las herramientas políticas y electorales que sean necesarias para no ceder ni un centímetro en la defensa del proyecto socialdemócrata y de centroizquierda. Porque esta Juventud no sigue candidatos sino ideas, y tal como nos enseñó el Dr. Raúl Alfonsín, prefiere prepararse para perder una elección antes que ver a su proyecto derechizado en busca de votos.