La tarde de ayer fue testigo de una insólita e inesperada polémica en torno a la figura de Carlos Pirovano, un –hasta ayer- “NN” de la política de la ciudad que se desempeña como Subsecretario de Inversiones del Gobierno de la Ciudad.
Pirovano –ofuscado por la incertidumbre actual sobre el comienzo del período lectivo, según su posterior explicación- publicó la siguiente idea suya en su twitter:
Las reacciones ante este ataque a la educación pública no se hicieron esperar y en esa red se multiplicaron los pedidos de explicaciones a distintos dirigentes del Pro. Desde las Diputadas Nacionales Paula Bertol y Soledad Martínez hasta un asesor de Marcos Peña se involucraron en diversas conversaciones sobre el tema, diferenciándose de la frase pero evitando condenar a Pirovano. Bertol -incluso- se animó a hablar de “libertad de pensamiento”, casi admitiendo que gente con esos pensamientos pueden ocupar cargos públicos en esta gestión.
A los pocos minutos algunos diarios online se hicieron eco de la situación, hecho que provocó una importante difusión del tema y una creciente presión sobre el dirigente.
Tanta fue la presión ejercida en la web –incluso por varios opositores al macrismo- que el personaje en cuestión tuvo que dar explicaciones, obviamente vía internet. La agencia ADNCiudad publicó a las pocas horas una entrevista con Pirovano en la que el funcionario admite su error y pide disculpas. Esto no fue suficiente a las muchas voces que pedían la inmediata renuncia del Subsecretario.