El Ministro de Educación No Da Respuesta al Problema de las Escuelas Tomadas

Por Rubén Campos y Claudio Presman
Legisladores UCR-Capital

 

Después de cuatro horas de reunión en la Legislatura Porteña, el Ministro de Educación, Esteban Bullrich, no dio ninguna respuesta al conflicto de las escuelas tomadas por los estudiantes. Como es habitual, tanto Macri como sus funcionarios, niegan sistemáticamente sus errores y evaden las responsabilidades que les competen como funcionarios públicos.

Desde el comienzo de  la gestión de Macri, los porteños escuchamos sólo excusas por las promesas incumplidas. Siempre el culpable es alguien ajeno al Gobierno de la Ciudad, siempre la culpa es de otro. El Ministro de Educación, en vez de explicarnos cuales fueron las causas del estado lamentable de los colegios tomados, nos presentó un informe con todas las obras que realizó y cuáles son las próximas a realizar. Al Poder Ejecutivo se le dieron todas las herramientas necesarias para resolver el problema de infraestructura escolar, se aprobaron todas las leyes solicitadas por el PRO con el fin de terminar con las obras indispensables para el buen desarrollo de las clases.

Nadie le pide al Gobierno de Macri que resuelva la crisis educativa ni que mejore sustancialmente la calidad educativa, sabemos que es una tarea demasiado grande para este Gobierno pero el alarde hecho por Macri y sus funcionarios respecto a que ellos tenían la suficiente capacidad de gestión e iban a darle a la Ciudad una impronta de eficiencia y transparencia, quedo como una de las grandes decepciones de la política de los últimos años.

Este Gobierno no construyo ni una sola escuela y tampoco pudo resolver cuestiones básicas como el tema de la calefacción y la habitabilidad de los edificios escolares.  La tarea era relativamente sencilla y no la cumplieron.

A los legisladores nos queda la tarea de investigar profundamente las obras realizadas, su calidad y su transparencia, ya que no nos informaron cuantas de las obras adjudicadas, fueron por contratación directa, cuantas empresas se presentaron, el grado de cumplimiento por parte de las mismas y en caso de incumplimiento cuales fueron sancionadas. La urgencia por resolver el conflicto educativo no puede alejarnos de la obligación de controlar el dinero de los ciudadanos de Buenos Aires.