Evo Morales, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, recibió un doble Doctorado Honoris Causa, de parte de las Universidades Nacionales de Cuyo y de San Juan, ante una entusiasta concurrencia que superó con creces las 996 butacas del Auditorio Juan Victoria de San Juan, en el marco de la Cumbre de Presidentes del Mercosur que tiene lugar en esa ciudad.
Los rectores Arturo Somoza, de Cuyo, y Benjamín Kuchen, de San Juan, entregaron las respectivas distinciones, las de más alto rango que otorgan las universidades argentinas en mérito a la trayectoria de personalidades que sobresalen por sus servicios al desarrollo de las sociedades en distintos aspectos.
Acompañaron a los rectores en el estrado, la ministra de Desarrollo Social de la Nación y titular del Consejo Nacional de Políticas Públicas, Alicia Kirchner, en representación de la presidenta Cristina Fernández; el vicegobernador de San Juan, José Rubén Uñac, y el canciller boliviano, David Choquehuanca. Participaron del acto, además, el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner; la ministra de Justicia de Bolivia, Nilda Copa; la embajadora boliviana en la Argentina, María Leonor Araujo, y el vocero de Morales, Iván Canelas.
Además de una nutrida delegación de autoridades, docentes y estudiantes de la UNCuyo y de integrantes de la comunidad universitaria anfitriona, se destacó la presencia de numerosos contingentes de bolivianos residentes en Mendoza y en San Juan y de las comunidades originarias Huarpes de las dos provincias.
Una representación de la Federación Universitaria Argentina (FUA), encabezada por su secretario general, Pablo Barrera, de la UNCuyo, también entregó a Evo Morales un pergamino de reconocimiento a su trayectoria.
La concurrencia no escatimó los aplausos dirigidos al gobernante distinguido, acompañados en varias ocasiones con el rítmico “¡Evo, querido, el pueblo está contigo!”. Y algo para destacar: la ovación más prolongada la recibió el Himno Nacional de Bolivia, al terminar su interpretación a cargo del Coro de la UNSJ.
Los oradores destacaron, cada uno desde su perspectiva particular, los múltiples aportes y cualidades atribuidas a Evo Morales. Desde el “compañero y hermano latinoamericano” con que lo saludó Somoza, como artífice de “nuestra unidad, que es el principal enemigo del imperio”; el calificativo de “líder de una revolución sustantiva en el marco del proceso emancipador”, de Uñac; propulsor de “un modo de vida que no consiste en vivir mejor, provocando daño a otros, sino en vivir bien, en armonía con los otros y con la naturaleza”, de Kuchen, al título de “encarnación de la conciencia regional sobre el modelo de países que queremos”, que le dispensó Alicia Kirchner.
La palabra más esperada, la de Morales, se prolongó por casi una hora. A lo largo de la exposición, fue desgranando los hitos de su trayectoria, entre los que destacó durante su discurso:
– Sus humildes orígenes y su primer contacto con el idioma español como migrante en una escuela en un cañaveral de Jujuy.
– Lo asombroso de encontrarse, con sus escasos antecedentes educativos, en una ámbito académico recibiendo nada menos que dos Doctorados.
– La nacionalización de los hidrocarburos como justo sustento de la economía nacional.
– La “preocupación” que siente cuando funcionarios del FMI elogian su administración.
– La superación en curso de las seculares estructuras coloniales.
– La seguridad en el avance hacia una América del Sur cada vez más emancipada.
– El agradecimiento al gobierno argentino por su colaboración inmediata y efectiva cuando, a poco de asumir, Estados Unidos y Canadá suspendieron las donaciones de trigo a Bolivia.
– El rechazo total a la instalación de bases militares norteamericanas en territorios latinoamericanos.
– La reivindicación de las mujeres y hombres bolivianos como personas honestas y trabajadoras.
– La reciente sanción por las Nacionales Unidas del principio de que el agua es un derecho humano.
– El reclamo para que la ONU sancione, también, los derechos de la Madre Tierra.
– La exhortación a las universidades para que profundicen el conocimiento en defensa de la Madre Tierra.