La Policía Porteña Desalojó por la Fuerza y Demolió Locales en la Estación de Liniers

Efectivos de la Policía Metropolitana desalojaron ayer por la madrugada unos 20 locales comerciales ubicados en las proximidades de la estación de trenes de Liniers, durante un operativo que arrojó un saldo de cuatro heridos leves y siete trabajadores detenidos.

Los damnificados afirmaron que fueron «reprimidos por la policía, golpeados y detenidos» y que «el operativo fue sorpresivo, nunca nos avisaron, no entendemos por qué se ensañaron así si los locales estaban habilitados».

El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, argumentó que los locales desalojados «no tenían ninguna habilitación» y justificó el operativo al sostener que «se aplicó la ley» y que «se trata de recuperar el espacio público».

El operativo, que comenzó a las 2 de la madrugada, se extendió hasta el mediodía con el retiro de los escombros de los locales de material demolidas con topadoras, por lo que debió ser desviado el concurrido tránsito de la Avenida Rivadavia, a la altura de Liniers.

Los locales estaban ubicados a lo largo de Rivadavia al 11.700, sobre la vereda próxima a la estación y muchos de ellos funcionaban desde hacía unos 10 años.

Fuentes policiales dijeron que «siete personas quedaron detenidas» y «dos agentes y dos puesteros resultaron con heridas leves», a causa de los enfrentamientos que se desencadenaron entre los trabajadores, que al enterarse fueron a defender sus comercios y mercaderías, y el avance policial.

«La policía cayó en la madrugada; yo lo vi por televisión y me vine, y ya no había nada», dijo a  Roberto, el marido de Mercedes López quien aseguró que «no pueden privarnos de nuestro derecho a trabajar».

Ambos tenían una lencería desde hace dos años «que estaba habilitada, y ahora no tenemos nada, nos llevaron toda nuestra documentación y nuestra mercadería», dijo el hombre.

Por su parte Yamila Amado, trabajadora de la galletitería `El Ofertón`, que lloraba ante el panorama que encontró al llegar al lugar, dijo que «está todo destruido, con gente golpeada y detenida, sin la mercadería y ahora sin trabajo».

Una empleada de otra lencería confirmó que «el local estaba habilitado», tras afirmar que «no nos avisaron nada, vinieron como si fueramos delincuentes, y somos trabajadores que ahora nos quedamos sin trabajo».

Las topadoras continuaron trabajando toda la mañana sobre la avenida Rivadavia, mientras la gente pedía explicaciones «qué den la cara», «acá no hay ningún funcionario que nos explique nada ni que nos diga dónde están nuestras cosas».

En tanto, un grupo de comerciantes desalojados fue a la comisaría 44, en la localidad de Versalles, donde fueron llevados los detenidos. Allí, luego de reclamar ver a los familiares, uno de los comerciantes dijo que «a la tarde van a salir todos, así nos dijeron».

Para el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, la decisión de demoler los puestos se debió a las «irregularidades» que presentaban.

El funcionario dijo que «un lugar con tantas irregularidades como éste no había» en la Ciudad de Buenos Aires, al señalar que «además de no tener habilitación los habían construido (los puestos) sobre la vereda».

«No se puede construir sobre una avenida de la Ciudad de Buenos Aires, donde hay decenas de paradas de colectivos y pasan miles y miles de personas por día», dijo Rodríguez Larreta.

El ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Diego Santilli, dijo, por su parte, que «la mercadería fue inventariada» y que algunos puesteros «fueron a retirar sus cosas anoche».

Santilli anticipó que los operativos continuarán en Chacarita, Flores y Agronomía.

 

Fuente: TÉLAM

 

 

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