La Justicia de San Martín emitirá hoy su dictamen en el juicio que se sigue al último presidente de facto de la dictadura militar, Reynaldo Bignone, por delitos de lesa humanidad cometidos en la guarnición militar de Campo de Mayo.
Bignone, de 81 años y con arresto domiciliario, afronta pedidos de condena de entre 25 y 50 años, reclamados por fiscalía y querellas al Tribunal Oral Federal 1 de San Martín.
El martes, desde las 9.30, se escucharán las «últimas palabras» del ex dictador y otros ex comandantes enjuiciados y por la tarde, a las 16.30, habrá veredicto.
Junto al ex titular de la última Junta Militar son enjuiciados ex jefes de esa guarnición militar donde funcionó un centro clandestino de detención Santiago Omar Riveros, Fernando Exequiel Verplaetsen, Carlos Alberto Tepedino, Jorge Osvaldo García, Eugenio Guañabens Perelló y el ex comisario de Bella Vista Germán Montenegro.
Según fuentes del caso, Bignone habría anticipado, a través de sus defensores, su intención de hacer uso del derecho a expresar últimas palabras para hablar el martes ante los jueces Marta Milloc, Héctor Sagretti y Daniel Alberto Cisneros.
Desde noviembre pasado, Bignone y sus consortes de causa fueron juzgados por allanamientos ilegales, privaciones de la libertad e imposición de tormentos en perjuicio de 56 víctimas.
Campo de Mayo es considerado el mayor centro clandestino de detención de la dictadura, ya que en allí funcionaron cuatro centros de torturas y una maternidad clandestina.
Los hechos juzgados ahora ocurrieron entre 1976 y 78, período durante el cual, quien luego fue el último presidente de la dictadura, se desempeñó como segundo Comandante y Jefe del Estado Mayor del Comando de Institutos Militares.
Poco antes había sido director del Colegio Militar de la Nación, y en ese cargo lideró el 28 de marzo de 1976, cuatro días después del golpe de Estado, un operativo en el hospital Posadas donde fueron secuestradas 40 personas.
Luego se instaló allí un centro clandestino de detención. En 1980, fue designado comandante de Campo de Mayo.
En el juicio, que se realiza en un polideportivo de la localidad bonaerense de Florida, se escuchó a un centenar de testigos, entre sobrevivientes, familiares de víctimas y peritos.
En los alegatos finales, la fiscalía pidió 25 años de prisión para Bignone, Riveros y Verplaetsen. Riveros era comandante del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo y Verplaetsen jefe del departamento de inteligencia de esa guarnición.
Además, se solicitaron 20 años para el ex jefe del batallón de Inteligencia 601 del Ejército en 1978, Carlos Alberto Tepedino, y 14 para Jorge García, ex director de la escuela de infantería de Campo de Mayo.
Por otra parte, la fiscalía requirió 12 años para Perelló, ex director de la Escuela de Servicios para Apoyo de Combate «General Lemos» y dos para Montenegro, titular de la comisaría de la zona en 1977.
La querellante Secretaría de Derechos Humanos de la Nación coincidió con el pedido de 25 años para Bignone, Riveros y Verplaetsen, y solicitó la misma pena a García, Tepedino y Montenegro mientras que pidió 20 años para Perelló.
La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo también solicitó 25 años para Bignone y Riveros, al igual que la agrupación Familiares de víctimas.
Esta última agrupación reclamó esa pena para Verplaetsen y 23 años de prisión en los casos de Tepedino y García.
Las condenas más altas fueron solicitadas por la «Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos» con 50 años para Bignone, Riveros, Tepedino, Verplaetsen y García.
En el alegato final, estos querellantes entendieron que puede aplicarse el artículo 55 del Código Penal, que permite «imponer como máximo 50 años de prisión en caso de concurso real de delitos».
Por eso reclamó, además, 42 años para Perelló y 21 para Montenegro, y pidió que se encuadre lo sucedido en el delito de «genocidio».
Todos los procesados, en su mayoría de más de 80 años, pidieron la absolución en los alegatos de sus defensores.
El veredicto se dará a conocer en Hipólito Irigoyen 4595, de la localidad de Florida, en el norte del conurbano bonaerense.
Fuente: TÉLAM