“Todas las diversidades que pueden aparecer con las sexualidades, las pasiones, los afectos, las afinidades, las maternidades y paternidades, dónde se quiere y de qué manera expresar la sexualidad le da a los derechos sexuales y reproductivos una apertura enorme. Como feminista, mi modo de trabajar las disidencias sexuales fue pensar que parte de los derechos que constituyen ciudadanía tienen que ver con una ampliación de las libertades y del ejercicio de la sexualidad”.
Con estas palabras, la diputada porteña Diana Maffía describió su visión de lo que debieran ser los proyectos legislativos y las políticas públicas sobre diversidad sexual en la inauguración de la Conferencia Internacional “Documentando y Analizando las Mejores Prácticas para el avance de los Derechos Humanos relacionados con la Orientación Sexual y la Expresión/Identidad de Género”, que comenzó el pasado jueves y se prolongó hasta ayer en la Ciudad de Buenos Aires.
“Nuestro desafío siempre fue cómo personas diferentes pueden ejercer en plenitud los mismos derechos. Por eso, cuando pensamos proyectos legislativos o políticas públicas que tienen que ver con diversidad sexual nuestra premisa debe ser ´que nuestra ignorancia no lastime a nadie´. Así logramos, por ejemplo, hacer la Ley 3062 para que en todos los ámbitos de la Ciudad de Buenos Aires se respete el nombre de la identidad de género” recordó Maffía, quien a la vez destacó el papel que tuvo para ello, el incansable trabajo de su asesora en derechos humanos, la conocida activista travesti Lohana Berkins.
