El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, inauguró ayer el Seminario Internacional “¿Por qué y para qué la evaluación docente en América Latina?”, organizado por el Centro de Estudios de Políticas Públicas (CEPP).
Sileoni destacó el “extraordinario momento para dar debates en la Argentina. El país ha discutido en los últimos años temas de inusitada importancia, como la distribución de la riqueza y el matrimonio igualitario. Entonces, ¿cómo no vamos a discutir también sobre la evaluación educativa?», se preguntó. «Planteamos este debate como parte de un gobierno que, desde el 2003, puso a la educación entre una de sus prioridades”, dijo.
Sin embargo, el ministro remarcó la necesidad de dejar en claro sobre qué diagnóstico se da esa discusión. “Hay algunos sectores que entienden que la educación argentina está en una crisis perpetua. Esa afirmación es una falta de respeto para la sociedad, para un gobierno. Y expresa además la falta de visión para un diagnóstico; porque «claramente, no es lo mismo el 6,4 % del PBI destinado a educación, que el 3 por ciento”, señaló.
También valorizó los tiempos actuales al recordar que “vivimos una tragedia educativa cuando murieron 600 docentes, víctimas de la última dictadura militar, cuando desaparecieron alumnos, cuando no se podía pensar. Hay muchos que hablan de tragedia educativa hoy, pero en las épocas del horror silenciaban sus expresiones.”
“La realidad del país hoy, y la de nuestro sistema educativo, son realidades distintas y mejores que las de otros tiempos. E igualmente eso, no nos impide ver lo que nos falta. Porque en educación, como en las mejoras sociales, nunca hay un óptimo fijo”, dijo.
En referencia a la convocatoria del seminario, el titular de la cartera educativa nacional expresó la necesidad de “discutir un criterio de calidad educativa que no esté estrictamente anclado en el aprendizaje de los chicos, sino que incorpore además la calidad institucional, y la calidad del sistema educativo”.
“Creemos que la sociedad tiene derecho a saber cómo les va a sus hijos y quiénes los educan. Pero hay que debatir y definir con qué objetivo vamos a evaluar. Si evaluamos a los docentes, en el marco de una serie de medidas destinadas a colaborar con ellos, para que mejoren sus prácticas, para fortalecerlos, entonces sí discutámoslo, pero incorporando a los propios docentes, a las organizaciones gremiales”, señaló.
Por último, Sileoni, destacó que “para nosotros la calidad educativa no empieza ahora. El 27 de mayo del 2003, cuando Néstor Kirchner fue a la provincia de Entre Ríos, que hacía 90 días no pagaba salarios docentes, ahí empezamos a trabajar en la calidad educativa. Ahora vamos por una épica del mejoramiento de los resultados, que es una parte de lo que consideramos calidad educativa”.
Sileoni, compartió el panel de apertura, con el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, y el director del CEPP, Gustavo Iaies. Con la participación de funcionarios de varios países de la región, el objetivo del encuentro fue reflexionar sobre los desafíos de la calidad educativa, las experiencias regionales de evaluación docente y las posibles reformas en las prácticas de enseñanza, entre otras cuestiones.