El ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, defendió el viernes en la Legislatura porteña el presupuesto 2010 elaborado por el Ejecutivo y enviado a dicha institución para su tratamiento, acerca del cual afirmó que es «equilibrado, ajustable», y que «no es conservador» sino «criterioso».
El funcionario se presentó ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Legislatura, dando inicio así a la ronda de visitas que los miembros del Poder Ejecutivo realizarán durante las próximas semanas, con el objeto de presentar y explicar los alcances del Proyecto de Ley de Presupuesto 2010 para la Ciudad de Buenos Aires.
Grindetti precisó que el proyecto remitido el 30 de septiembre a la Legislatura “se trata de un presupuesto equilibrado y que contempla las necesidades fundamentales de los vecinos de la Ciudad. Todo ello, sin abandonar nuestro compromiso de mantener un superávit primario en un contexto en el cual varios estados subnacionales no han podido sustentarlo. Hemos actuado con razonabilidad y prudencia en el manejo de las finanzas de la Ciudad durante éste 2009 y queremos seguir haciéndolo el año que viene”.
«Los ingresos que prevemos no dan para un aumento salarial. Es preferible ser realista y no crear falsas expectativas», aclaró el funcionario porteño. Este punto originó fuertes críticas desde algunos sectores de la oposición, fundamentadas en las estimaciones inflacionarias y por consiguiente el deterioro del poder adquisitivo.
El diputado del Bloque Espacio Plural e integrante de la Comisión de Presupuesto de la Legislatura porteña, Gonzalo Ruanova, sostuvo que “Macri remitió a consideración de la Legislatura un proyecto que sigue siendo deficitario, sin aumentos salariales, con una baja significativa del nivel de inversión en obras de infraestructura de áreas como educación, salud, viviendas, y en la prolongación de los subtes, sin tener previsto inaugurar ninguna estación para todo el año 2010”.
Para finalizar, Ruanova agregó que “de los casi 17.500 millones de lo presupuestado para el año 2010, se destinarán sólo 2400 millones de pesos a gastos de capital (mil menos que en el 2009, pese a la inflación), de los cuales se van a gastar casi 500 millones para espacio público (como asfalto, veredas y espacios verdes), y tan sólo 400 sumando lo asignado a salud y a educación».