Ayer Fue el Día de la Trabajadora Doméstica, las Más Discriminadas del Mundo Laboral

La presidenta del INADI, María José Lubertino expresó la necesidad de apoyar desde el Instituto una fuerte reforma legal que considere la dignidad de estas trabajadoras en paridad con el resto del mundo del trabajo. Esta actividad es ejercida en un 99% por mujeres,  en muchos casos madres y jefas de hogar, una gran parte en condiciones de precariedad laboral, lo que agudiza el círculo de la pobreza porque la falta de cobertura de salud no solamente las afecta a ellas sino también a sus hijos, motivo por el cual el INADI entiende que es un trato discriminatorio.
 
“Si bien reconocemos que durante estos años el Ministerio de Trabajo ha impulsado de manera decidida la regularización del trabajo doméstico a través de incentivos de desgravación fiscal, además de haber impulsado la posibilidad de regulación jubilatoria a quienes no tenían los aportes al día, es imprescindible ampliar todas las acciones para profundizar estas medidas y adoptar todas la necesarias para su inclusión en el campo laboral en condiciones de mayor equidad”, explicó Lubertino.
 
La casi totalidad de quienes desarrollan esta actividad son mujeres; muchas en condiciones de precariedad laboral absoluta ya que reciben su pago por hora efectivamente trabajada. A estas trabajadoras no se les aplica la ley de contrato de trabajo; tienen un estatuto especial (decreto 326/56), que establece derechos restringidos. Legalmente, no cobran asignaciones familiares, no tienen cubiertos sus riesgos de trabajo, ni tienen licencia por maternidad y el acceso a la justicia es condicionado, ya que frente a los conflictos deben recurrir a un tribunal especial dentro del Ministerio de Trabajo. A esto debe sumarse que un alto porcentaje trabajan por fuera del sistema, en el denominado “trabajo no registrado”y entonces tampoco reciben los beneficios previstos legalmente.
 
Las registradas en relación de dependencia son el 22,7% del total de asalariadas mujeres de todo el país, y la proporción sobre el total de trabajadores de ambos sexos (7% del total)  es similar al registrado durante los años `90. Se estima que son aproximadamente 911 mil. Sin embargo, cabe señalar que debido a la falta de registro, es probable el número sea mucho mayor.
 
Asimismo, Lubertino resaltó que “Una solución posible sería crear una caja compensadora, ya que el hecho de que los empleadores no sean empresas sino hogares particulares, determina dificultades para que se incorporen plenamente a los derechos de todos los trabajadores/as”.

1 Comentario

  • guilleermo dice:

    Es muy simple…el que se quema con leche ve una vaca y llora….mirá Lubertini que van a blanquear a las domésticas sabiendo que lo que ahora son 80 $ de cargas a cargo del empleador…no se te hagan 800$ como son las cargas de un salario normal….

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