Con la premisa de contribuir al logro de una más equitativa distribución del ingreso, la diputada nacional María Elena Martin (PS), propuso “eximir del pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) las compras de productos de la canasta básica de alimentos”.
“Nuestro sistema impositivo es altamente regresivo, puesto que basa su recaudación esencialmente en los impuestos al consumo, que suman el 48% de los ingresos tributarios. Si consideramos que los hogares de menores recursos destinan la mayor parte de sus ingresos a la compra de alimentos y otros bienes de primera necesidad, fácilmente podemos concluir que también soportan la mayor parte de la carga tributaria total, al quedar la casi totalidad de sus compras afectadas con el IVA”, explicó la legisladora.
Y aclaró: “dado el bajísimo promedio de los salarios -entre $1.800 y $2.500- la mayor parte de los mismos es destinada a adquirir productos de primera necesidad –no alcanza para más, no hay ahorro-, afectándose así más del 20% de dichos salarios al pago del IVA”.
Martin subrayó que “en el caso del IVA, la presión tributaria decrece con el ingreso, contribuyendo así a acentuar las desigualdades sociales existentes. Por el contrario, para que un impuesto sea equitativo, un contribuyente de mayores ingresos debería pagar más. Esto no sucede actualmente en nuestro país, por lo que terminan siendo los sectores de menores ingresos los que padecen en mayor medida la caída del poder adquisitivo en períodos de crisis económica, como el que estamos atravesando”.
“Por todo lo anterior, consideramos que deben aplicarse exenciones al IVA a los alimentos que integran la canasta básica, establecidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que son aquellos indispensables para una alimentación mínima y esencial”, aseveró la diputada del bloque socialista.
La iniciativa, presentada en la Cámara Alta, fue elaborada en consonancia con la propuesta presentada meses atrás por el gobernador Hermes Binner, como alternativa para enfrentar la crisis.
Martín dijo que procura obtener el apoyo de sus pares en Diputados “para poder sancionar una ley que alivie en algo la situación de los sectores de menores ingresos. No puede pensarse ninguna otra modificación a este impuesto sin primero contemplar la exención a la canasta alimentaria. Lo primero es la accesibilidad alimentaria”, afirmó.
Como contrapartida a las exenciones propugnadas y procurando contribuir razonablemente a equilibrar los ingresos fiscales, se prevé gravar algunas actividades actualmente exentas como: las importaciones definitivas de oro amonedado o en barras que comercialicen entidades oficiales o bancos autorizados a operar y de monedas de materiales preciosos que tengan curso legal en el país de emisión o cotización oficial; entre otras.
