En el Predio de Puerto Pibes ya Están Instalados los Nuevos Policías

Por Eduardo Epszteyn
Diputado de la Ciudad de Buenos Aires – Diálogo x Buenos Aires

Durante los sucesivos gobiernos de Carlos Menem los argentinos ingresamos en el más disparatado de los mundos jurídicos. La frase predilecta de muchos abogados, “el papel todo lo resiste”, se materializó en innumerables saqueos al Estado a través de privatizaciones y oscuras transferencias.
En 1990, durante la inolvidable intendencia de Carlos Grosso, el predio de 34 hectáreas de Parque Norte fue dado en concesión al Sindicato de Empleados de Comercio, de Armando Cavalieri, para ser utilizado como centro deportivo. Pero en 1998, a través del Decreto 223/98, Menem fue más allá y le vendió el predio a Cavalieri a un tercio del valor de mercado y desatendiendo la Ley 19.234 que exige que en la venta de cualquier terreno superior a los 3000 metros cuadrados la Ciudad tiene un derecho preferencial para su compra.
El apuro y la necesidad de cerrar el negocio casi hacen olvidar que dentro de esas 34 hectáreas 15 estaban utilizadas por la Escuela Municipal Nº 11, la colonia de Puerto Pibes y un lago reservorio de aguas pluviales, lo que se salvó en un sui generis legal que establece que esas instalaciones serían utilizadas por el Gobierno de la Ciudad.
Puerto Pibes es un predio con 120 plazas destinado a actividades turísticas y de entretenimiento de menores en edad escolar provenientes de los sectores más humildes del país, es decir una histórica iniciativa con una función social. En lo que va del gobierno de Macri ha dejado de funcionar, y de las 120 plazas apenas quedan unas 30. La escuela municipal tiene orientación en informática, aunque durante todo 2008 no tuvieron acceso a internet. Ninguna de las dos instalaciones tiene gas.
Mauricio Macri decidió correr a los pobres de esa zona tan paqueta de la zona norte y alojar allí a su nueva Policía Porteña. En el predio de Puerto Pibes ya están instalados los nuevos policías. Los alumnos municipales comparten su almuerzo entre cachiporras, esposas, 9 milímetros y chalecos antibala. Eso sí, los policías aseguran que ahora sí va a haber gas.