La Democracia de Luto

Ricardo Raúl Alfonsín, el primer presidente de la democracia después del último Golpe Militar en la Argentina y un histórico dirigente radical, dejó de existir a los 82 años en su casa de Capital Federal ayer a la noche, cuando dormía. Una multitud se agolpó frente a su departamento de Barrio Norte para darle su último adiós, entonando el himno nacional y avivando su nombre. El fallecimiento fue producto de una fuerte neumonía broncoaspiratoria a raíz de un cáncer de pulmón con metástasis ósea.
Abogado, político y periodista, una sociedad entera lo recuerda como el presidente que, con aciertos y errores, tuvo a su cargo consolidar la democracia luego de los años oscuros de Dictadura.
Reconocido por propios y ajenos a su partido por su honestidad, honradez y simpleza, durante el año pasado se sucedieron varias actividades en torno a su persona y al retorno al Estado de Derecho.
Entre los de destacar, se cuenta el organizado por la Juventud Radical el pasado 30 de octubre en el Luna Park (en esa oportunidad distintos dirigentes dieron su opinión sobre él a Juventud Informada, para leerlas click aquí), fecha en que se cumplían 25 años de la elección presidencial que marcaría un hito en la historia del país, tanto por marcar el retorno de la democracia en la Argentina, como también por ser la primera elección en que el radicalismo se imponía en las urnas frente al justicialismo sin proscripciones. El acto había contado con la presencia de políticos de diferentes espacios políticos, y dirigentes de todo el continente enviaron su saludo al ex – presidente.
Cuatro semanas antes, Cristina Fernández de Kirchner recibía al referente partidario de la UCR, en ocasión del homenaje a su persona y del emplazamiento de su imagen en mármol en la galería del palacio presidencial.
Ese día, Alfonsín expresaba que “siempre creí y así lo dije en tantas oportunidades que es la misión de los dirigentes y de los líderes plantear ideas y proyectos evitando la autoreferencialidad y el personalismo; orientar y abrir caminos, generar consensos, convocar al emprendimiento colectivo, sumar inteligencias y voluntades, asumir con responsabilidad la carga de las decisiones. “Sigan a ideas, no sigan a hombres”, fue y es siempre mi mensaje a los jóvenes. Los hombres pasan, las ideas quedan y se transforman en antorchas que mantienen viva a la política democrática…toda mi actividad política buscó fortalecer la autonomía de las instituciones democráticas y fortalecer el gobierno de la ley, para que la ley y el Estado de Derecho estuvieran separados de cualquier personalismo. Nuestro país tuvo un talón de Aquiles: no podíamos garantizar la alternancia democrática del gobierno. El objetivo de toda mi vida ha sido que los hombres y mujeres que habitamos este suelo podamos vivir, amar, trabajar y morir en democracia. Para ello era y es necesario que además de instituciones democráticas haya sujetos democráticos, porque sólo así pueden sobrevivir a sus gobernantes. Y lo bueno de las instituciones democráticas es que no necesitan efigies que las presidan, ni estatuas que les den su investidura. Pero si en algún rincón de sus edificios públicos es posible evocar a aquellos hombres y mujeres que las han presidido o que contribuyeron a defenderlas y ponerlas en movimiento al servicio de la sociedad, bienvenido sea”.
Nacido el 12 de marzo de 1927, hijo de Raúl Serafín y de Ana María Foulkes, y siendo el mayor de seis hermanos, Raúl Alfonsín comenzó a hacer política de jóven, al comenzar la carrera de Derecho en la Universidad Nacional de La Plata. Un año antes de comenzar su carrera como abogado y como político, se casó con quien sería su mujer toda la vida: María Lorenza Barrenechea, con quien tuvo seis hijos.
A los 27 años, en su natal Chascomús, fue elegido concejal. Posteriormente, ocupó una banca como diputado provincial. En sus primeros años de militancia fue encarcelado por la Revolución Libertadora, llegó a ser diputado nacional en la legislatura de 1963, y en 1966 fue detenido por un breve tiempo por la dictadura del general Juan Carlos Onganía. Hacia 1973 logró ser nuevamente elegido diputado nacional, cargo igualmente interrumpido por el Golpe del ´76.
Durante su vida, fue un fuerte defensor de los Derechos Humanos. Fue uno de los que fundó la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), tres meses antes del último Golpe de Estado, desde donde se denunciaron los delitos de la Triple A, y entre los años 1976 y 1983 actuó como abogado, de forma gratuita, para defender opositores y presentar hábeas corpus por los detenidos-desaparecidos. Durante el año 1982 se opuso tenazmente a la Guerra de Malvinas.
Convertido en candidato por su partido luego de declinar su candidatura Fernando De la Rúa, ex compañero de fórmula de Balbín (histórico contendiente del alfonsinismo) en las internas de su partido, Alfonsín ganó las elecciones de manera contundente el 30 de Octubre de 1983, obteniendo el 51,7% de los sufragios, frente al 40,1% de su contrincante peronista Ítalo Lúder (recordardo por quemar un ataúd con los colores radicales, y que muchos consideran que le costó la elección), asumiendo el 10 de Diciembre de ese mismo año. Durante esa campaña pronunciaría en sus discursos el Preámbulo de la Constitución Nacional, y la ya legendaria frase «con la democracia se come, se educa y se cura».
Fue durante esa época cuando nombres como Leopoldo Moreau, Marcelo Stubrin, Federico Storani, Enrique Nosiglia y Facundo Suárez Lastra se fueran haciendo conocidos como la Junta Coordinadora, riñon alfonsinista que después acompañaría la gestión radical.
Durante su presidencia afrontó los problemas de la transición a la democracia, ambivalente por los resquicios de una Argentina oscurecida por años de terrorismo de Estado. Entre sus primeras medidas, creó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) que permitió el enjuiciamiento de las juntas militares que dirigieron el país desde el golpe militar del 24 de marzo de 1976.
Producto de ello, enfrentó varias sublevaciones de militares y su gobierno estuvo permanentemente amenazado por sectores de las Fuerzas Armadas que se negaban a aceptar el enjuiciamiento por violaciones a los derechos humanos durante el régimen militar anterior, y que derivó ante levantamientos como el de Semana Santa de 1987, en la sanción de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, derogadas por el Congreso Nacional en 2003. La Ley de Divorcio (que le valió un fuerte enfrentamiento con la Iglesia Católica), el pebliscito por el Conflicto del Canal de Beagle que finalmente trajo la paz con Chile, el intento de trasladar la Capital Federal a Viedma, la implementación de las Cajas PAN, y el Plan Nacional de Alfabetización premiado por la UNESCO, son también recordados momentos de su gestión.
Atosigado por fallidos planes económicos, recurrentes huelgas generales y la hiperinflación, entregaría el poder el 9 de julio de 1989 al presidente electo Carlos Saúl Menem.

4 Comentarios

  • Matias dice:

    La democracia se puso de luto el dia que Alfonsin promulgo la obediencia debida y el punto final, Alfonsin, como toda esta caterva de politico burgueses se dedico toda su vida a mantener este estado de las cosas. Proceres de la democracia fueron los que militaronactivamente no solo por la vuelta de la democracia sino contra las fuerzas represivas y su legislacion que se mantuvieron intactas desde el fin de la dictadura.

  • Mónica dice:

    Es hora de que nos demos cuenta de que el concepto «democracia» ha sido resignificado -ya hace demasiado- y sólo tiene valor como término antitético de «gobierno de facto». Alfonsín fue elegido por la vía eleccionaria después de un período de sangrienta dictadura, porque fue el único en ese momento que parecía en condiciones de tomar el guante…pero no le dio la talla. De ahí el slogan de campaña de Carlitos: «(él los defraudó, yo) no los voy a defraudar».

  • Leandro dice:

    Mónica, dejá de escribir comentarios drogada!
    Muchachos, esta es la página de la izquierda retrógrada.
    Intenten ampliar el perfil de los lectores porque da asco.

  • flavio dice:

    leandro coincido en todo con vos, y mas,Matias larga el paco ( te esta matando)y sacate el corpiño de rencor y revancha que no te deja mirar para adelante

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