Las Tareas Pendientes

Por Vilma Ripoll
Dirigente del MST- Nueva Izquierda – Candidata a Diputada de la Ciudad

A 25 años de la vuelta a la democracia caben el recuerdo y la reflexión. Yo estaba exiliada en Colombia, donde seguí mi militancia socialista. Volví al país antes de la caída de la dictadura y pude participar de las movilizaciones que terminaron de voltearla. La lucha logró derrotar ese régimen siniestro, luego enfrentó la impunidad y pudo meter presos a varios genocidas. Es un gran logro democrático, de una pelea por justicia que no está cerrada.

Pero quedan muchas tareas pendientes. El derecho a votar no alcanza para resolver necesidades básicas, como tener trabajo seguro, salarios y jubilaciones dignas, educación, salud y vivienda, entre otras. No hay verdadera democracia con esta desigualdad social, con millones en la pobreza o en la miseria. Tampoco hay verdadera democracia con nuestros recursos naturales y nuestra economía dominados por las multinacionales.

En estos años, Alfonsín, Menem y De la Rúa frustraron la confianza popular. El 2001 mostró la gran capacidad del pueblo para echar abajo lo viejo, pero no surgió una nueva herramienta. Si bien el doble discurso de los K abrió expectativas al comienzo, en pocos años demostraron ser más de lo mismo. Como su socia, la burocracia sindical. Y lo que hoy aparece como principal oposición es por derecha. Por eso el desafío de construir una nueva alternativa política sigue planteado.

En medio de su brutal crisis internacional y también nacional, el capitalismo, como siempre, pretende que la paguemos los de abajo. Sólo nos ofrece más explotación, más opresión y más devastación del planeta. Por eso nosotros reafirmamos la necesidad de un sistema nuevo, distinto y solidario: el socialismo.

En esa perspectiva, en la izquierda no van más el oportunismo ni el sectarismo dogmático, funcionales a la vieja política. Proponemos una nueva izquierda, que manteniendo las banderas esté dispuesta a confluir con todos aquellos sectores, compañeras y compañeros independientes que buscan un verdadero cambio: un nuevo modelo económico y político, no en función de las ganancias empresariales sino de las necesidades sociales. A eso apostamos.

2 Comentarios

  • matias dice:

    Ripoll tu «nueva izquierda» fue la que saludó la caída del muro de Berlín como una victoria de la libertad y el socialismo. El morenismo nunca distinguió el carácter de clase de los Estados Obreros degenerados y simplemente los catalogó de Estados Burocráticos. Por eso como buenos democratizantes defendían los levantamientos más reaccionarios (muchos de ellos fogoneados por el Vaticano por ejemplo) del Este Europeo.

    Son tan gorilas que incluso veían en la Revolución Cubana un atraso en la libertad y por eso ¡¡¡apoyaron a Batista!!! hasta que la revolución abrió su curso.

    El carácter social de un sistema político tiene que ser señalado. Un estado obrero por más degenerado que sea es superior a la democracia parlamentaria más bella que a la srta Ripoll agrade.

    Pero la degeneración del MST y el morenismo se vio también en su negativa a marchar un 24 con las madres y los org de derechos humanos porq se exigía la libertad d elos presos de La Tablada.

    Ripoll se borró de la plaza con Zamora, Vicente y el PC (MAS e Izq Unida) y le lavó la cara al mismo ejército genocida que ellos decían combatir.

    El PO en cambio estuvo en la plaza denunciando el asesinato sistemático de los compañeros del MTP, entendió la caída del muro como una derrota de la clase obrera y señaló con muchísima antelación que la burocracia tenía un carácter restauriacionista, y sigue sosteniendo en su programa la dictadura del proletariado como paso necesario para alcanzar el socialismo.

    Vilma acaba de llegar del congreso del NPA (Nuevo Partido Anticapitalista, dirigido por Oliver Besancenot) en dónde ambos saludaron el abandono de toda lucha por la dictadura proletaria para reivindicar el parlamento burgués como vía estratégica para la «redistribución de la riqueza e igualdad social»

    El morenismo avaló dictaduras como las de Batista, se lavó las manos con los compañeros de La Tablada y saludó la caída del muro

    Nada más lejos del socialismo señorita Ripoll

Los comentarios están cerrados.