Tras el último día de paro docente en la Ciudad de Buenos Aires, de 13 de los 17 gremios en el caso de ayer jueves, las discusiones por el salario saltaron al plano de la estadística. Mientras para los gremios, la adhesión a la medida fue del 95% en todos los niveles, para el gobierno porteño no superó del 45% en el sector público medio y terciario, 55% en el nivel primario, y apenas un 2% en los privados.
La protesta estuvo teñida de la exigencia de diálogo, frente a “la falta de vocación democrática del Jefe de Gobierno y su Ministro de Educación, que están profundizando la crisis educativa en la Ciudad, iniciada en enero de este año”.
La marcha fue contundente, donde 4.000 docentes y estudiantes hicieron oír sus reclamos, con pancartas que señalaban «Más becas para nuestros estudiantes», «Basta de salchicha y soja. Para nuestros alumnos mejor calidad y cantidad en las comidas»,»Macri- Narodowski: Aumento de salario. La democracia es diálogo no autoritarismo», «En nuestra escuela falta gas», o «Narodowski: la educación es un derecho social».
Eduardo López, Secretario Gremial de UTE-CTERA CAPITAL resaltó entre otros conceptos la masividad del paro y de la concentración. Que el paro era en defensa de la educación pública, de su calidad, que no se podía dejar a miles de estudiantes sin sus becas. Que la comida en las escuelas era una vergüenza. Que la situación edilicia y de infraestructura había impedido que no se dictara clases en muchas escuelas y por muchos días, porque era imposible enseñar en esas condiciones.
Afirmó además que Macri en la anterior movilización expresó que sólo hubo «barullo». A esto el dirigente de UTE le respondió que “no estamos realizando «barullo» como despectivamente afirmó Macri, sino que nos expresamos en democracia por los justos reclamos, que se expresaron en los anteriores paros del 3 y del 17 y 18 de septiembre”. Afirmó además que “Macri y Narodowski intimidaron a estudiante y directivos, intentando que hicieran listas negras sobre los que tomaban escuelas o se adherían al paro”, y que se iba a rechazar los descuentos de los días de paro que intenta hacer el gobierno.
López fulminó diciendo que “los docentes no heredamos empresas de nuestros padres ni grandes patrimonios materiales, pero sí heredemos la convicción para defender la educación pública de calidad y la dignidad necesarias para llevar adelante nuestros reclamos con orgullo, que son en definitiva para que la educación pública de la Ciudad no sea destruída. Exigiendo políticas públicas para revertir la situación de riesgo en que se encuentran nuestros pibes, los docentes, las escuelas y la Comunidad Educativa”.
Ayer, el ministro consideró que el paro tenia un claro componente “político”, y afirmó que el salario promedio de los docentes era de 3.400 pesos, número desmentido por Francisco Tito Nenna, Secretario General de UTE-CTERA CAPITAL, que expresó que «Narodowski miente cuando dice que el salario promedio del docente porteño es de 3.400 pesos. La única forma de llegar a esa cifra es teniendo el máximo de antigüedad, con un cargo directivo y a punto de jubilarse, recién ahí llegaría a 3.600 pesos. La mayoría de los docentes gana 1.290 pesos».
La semana que viene, los gremios estarán en estado de alerta y movilización, realizarán una asamblea el Lunes, el Martes asistirán a la Comisión de Educación de la Legislatura porteña, y el jueves a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, para que intercedan frente al Gobierno de la Ciudad