EN DEFENSA DE LA UNIVERSIDAD
POR PRESUPUESTO EDUCATIVO
En la UBA y en la Facultad de Sociales en particular, mucho se ha debatido y expuesto sobre «la emergencia económica”, y es claro que todos los/as que conformamos la comunidad de Sociales acordamos en la necesidad de lograr el edificio único y mejorar las condiciones materiales de nuestra casa de estudios. El movimiento estudiantil ha sido por definición, el sector más dinámico en la historia de estas proclamas y es por ello que este año, frente a las condiciones en que se encuentra la facultad, hemos vuelto a tomar la iniciativa.
A esto se suma, el accionar de grupos vanguardistas que bajo la bandera de encabezar estas luchas colectivas no han hecho más que disputar reclamos corporativos y han aislado la protesta universitaria de la etapa política actual. Hemos visto coincidencias explícitas inimaginables de grupos presuntamente izquierdistas con lo más nutrido y distinguido de la derecha política y social. Grupos como el Partido Obrero, el MST, el PCR, que apostaron a la destitución en lugar de la disputa por la redistribución de la riqueza durante el conflicto del agro apoyando a las corporaciones rurales, hoy buscan en el conflicto universitario meros golpes de efecto, evitando el debate y la reflexión que debieran acompañar la protesta.
De allí que resulta imprescindible debatir con los compañeros docentes y con los estudiantes que la persistencia del bloqueo de la facultad es la misma medicina con que las minorías bloquearon hasta hace poco los caminos. Descontextualizando el conflicto, estas medidas aislan del reclamo y profundizan aún más el desacople entre la Universidad Pública y la realidad social, acorde con la concepción mercantil de la educación.
Por todo esto, consideramos que desde el conjunto de la comunidad universitaria de Sociales aún no se han agotado los debates en torno a la caracterización política y los modos de acción para masificar el conflicto. A su vez, los canales de diálogo entre los distintos espacios de la facultad se han visto deterioriados. Es así que debemos reconstruir un sentido colectivo de pertenencia a la comunidad de sociales, y en esta tarea tiene una gran responsabilidad la Gestión de la facultad, profundizando el debate crítico y convocando a la acción comprometida.
Se trata de “abrir” la Universidad hacia el debate, la acción y el trabajo entre todos/as junto con aquellos sectores sociales comprometidos con la Educación Pública. En el trasfondo del reclamo por mejoras edilicias, edificio único y aumento presupuestario, reside el desafío de (re)pensar qué modelo de Universidad Pública y en particular de Facultad de Ciencias Sociales construir de cara a un proyecto de país más justo, democrático y soberano para todos/as.
