Ante el planteo de Unidos y Organizados

Las agrupaciones kirchneristas de la UBA editaron un volante con definiciones contundentes. En él afirman que “ECO (Nuevo Espacio+Nuevo Derecho) y el PRO tienen serias posibilidades de recuperar la conducción de nuestra Federación después de 15 años, lo que implicaría un grave retroceso (…) y clausuraría cualquier posibilidad de poner de pie un movimiento estudiantil que se plante frente a sus intentos privatistas”.

Es una descripción precisa de lo que se juega en este Congreso de la FUBA. Sin embargo, las agrupaciones de Unidos y Organizados no explicitan las conclusiones políticas que deberían desprenderse de semejante análisis, a saber: promover la victoria de la oposición mayoritaria a los derechistas del rectorado, hoy encarnada indiscutiblemente en las agrupaciones de izquierda e independientes, con mayoría de delegados y conducciones de centros. En cambio, plantean un confuso «frente único»: ¿acaso alguien puede considerar seriamente una lista común entre la izquierda que lucha contra la política educativa del gobierno y aquellas agrupaciones que la defienden? ¿Podría ser considerada una coalición entre quienes enfrentamos al gobierno que sostiene a Milani y aquellos que lo integran?

En realidad, Unidos y Organizados se expresa en forma confusa porque aun no supera concretamente sus propias contradicciones. Durante una década, el kirchnerismo gestionó la UBA junto a las camarillas derechistas que hoy denuncia. Aunque ese maridaje entró en crisis hace unos meses, grupos que integran UyO -como El Gradiente de Medicina- siguen en sus puestos bien remunerados de gestión en el rectorado.

¿Van a priorizar esos privilegios o actuarán para impedir «un grave retroceso», en sus propias palabras?

No está de más recordar que en los últimos congresos de la FUBA el kirchnerismo actuó junto a Nuevo Espacio, saboteándolos mediante la quita coordinada del quórum.

Las contradicciones que atraviesan las agrupaciones de la autoproclamada «izquierda K» se expresan en carne viva a cada paso: mientras repartían de a miles un boletín que denuncia la corrupción en la UBA, su principal precandidato presidencial, Daniel Scioli, se fotografiaba junto al líder de la camarilla que cuestionan, y socio de Nuevo Espacio y compañía -el rector Barbieri-.

El Congreso de la FUBA es, para Unidos y Organizados, una oportunidad: si realmente pretenden impedir las «serias posibilidades de recuperar nuestra Federación» y genuinamente quieren evitar «un grave retroceso», deben acreditar sus delegados, presentar su lista y obtener la representación correspondiente en la Junta Ejecutiva. La «pluralidad» de la FUBA está garantizada por las reuniones regulares y quincenales de los órganos de la Federación.