La Ciudad Policial ¿Hacia dónde va Buenos Aires?

Por Liliana Parada
Diputada de la Ciudad de Buenos Aires – Igualdad Social-Espacio SI
http://liliana-parada.blogspot.com/

Primero vinieron a buscar a los comunistas,
y yo no hablé porque no era comunista.
Después vinieron por los socialistas y los sindicalistas,
y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro.
Después vinieron por los judíos,
y yo no hablé porque no era judío.
Después vinieron por mí, y para ese momento
ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí
Martín Niemoeller (1892-1984)

Luego de las denuncias contra la UCEP y el sistemático avasallamiento de las libertades democráticas por parte del Estado de la Ciudad hoy es noticia, una vez más, el avance hacia una sociedad desintegrada, antidemocrática y elitista. Puerto Pibes, un centro recreativo dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, cerraría sus puertas en el sitio que hasta hace poco alojaba a chicos y chicas en riesgo social. En su lugar, estarían creando la unidad logística para la nueva policía de la Ciudad.
En línea con una lógica contraria al Estado de Derecho, nada de esto pudo contrastarse con información oficial, normativa específica o nombramiento que autorice dicha Unidad. Por el contrario, ex comisarios de la Policía Federal han tomado de hecho dos oficinas del predio preparando el terreno.
Al decir de estos ex agentes de las ex fuerzas represivas federales, la instalación en Puerto Pibes responde a la «necesidad funcional» de acaparar un amplio terreno para el «Área de Orden Urbano» (algo así como la infantería porteña) para establecerse con equipamiento y efectivos en el mediano plazo.
En los hechos, el vaciamiento de este Centro de Recreación y Turismo Social viene de años, pero se cristaliza durante la transición Telerman-Macri, en octubre de 2007 cuando el establecimiento se queda sin gas y ya no se pueden alojar más chicos y chicas, aunque dejan 30 plazas.
La falta de gas también afectó a la Escuela Indira Gandhi que funciona en el mismo predio y desde entonces está sin solución. La escuela brinda, con doble escolaridad, servicio de comedor a sus alumnos y alumnas, mayoritariamente provinientes de la Villa 31 y 31 bis.
Los 30 efectivos en Puerto Pibes llega a la apoteosis de la política macrista, donde el desguace de programas educativos y de desarrollo social está en función del montaje del aparato policial y represivo en la Ciudad de Buenos Aires.
Los desalojos compulsivos que viene impulsando la actual gestión con las patotas ilegales de Piccardo, el plan de erradicación (bajo el auspicioso nombre de urbanización) de la Villa de Retiro y sus aledaños son hoy tan sólo un pequeño botón de muestra de lo que están preparando para Buenos Aires.
El gobierno Macri-Michetti ha concebido para los porteños la configuración de una Ciudad-Policial, sin vigencia de las garantías constitucionales básicas y una «higienización» de la pobreza, expulsando a las mayorías populares de la ciudad a costa de una Buenos Aires elitista, antidemocrática y sin integración social.
En este sentido, la formación de un cuerpo de agentes retirados de la federal que sin ningún tipo de examen ni concurso de antecedentes se monta de forma poco transparente en un predio donde funciona un programa social y una Escuela primaria, delata un mecanismo muy peligroso para la historia de una ciudad que ha intentado propender hacia la inclusión y la igualdad entre sus habitantes. Una ciudad que además ha garantizado desde su constitución local el pleno goce de los derechos económicos, sociales, políticos y culturales para el conjunto de la población que habita el suelo de Buenos Aires.
Si algo en común tiene el Ing. Macri, alumno dilecto de Menem, con su mentor es el engaño popular. Hacer creer que su gestión es Hacer una Buenos Aires del primer mundo. El mensaje es seductor, ¿quién no quisiera vivir en una ciudad bella y pujante? ¿Quién no querría una Argentina inserta en el mundo desarrollado? Usa la misma fórmula e igual será el resultado: la exclusión de unos por otros siempre trae como consecuencia más desigualdad, más fragmentación y mayor violencia social. Una ciudad vivible no se construye sobre el disciplinamiento de la clase trabajadora, la falta de oportunidades para los que menos tienen, la expulsión y el orden. Hoy Macri Hace de Buenos Aires, un aparato represivo.
Quizás falte para verlo en su total magnitud, pero no tardará mucho. Esperemos que no sea cuando ya estén tocando la puerta…