Luego de meses tumultuosos se va definiendo el futuro de la dirigencia y la militancia del partido sabbattelistas de la Ciudad de Buenos Aires.
La crisis comenzó un tiempo atrás con el éxodo de una parte de la militancia universitaria luego de algunas denuncias contra los responsables de ese espacio, que –a su entender- desde la conducción regional no respondieron satisfactoriamente.
A su vez, se profundizó con el armado del Frente de Todos y el cierre de listas. Allí, el espacio se vio muy relegado, incluso pareció licuarse bajo La Cámpora dentro de lo que fue Unidos y Organizados.
De lxs principales referentes en la Ciudad no quedaría casi nigunx. La legisladora Andrea Conde, que está en el puesto quince y entrable en la lista local, está en conversaciones avanzadas con el Movimiento Evita y se llevaría gran parte de las comunas y universidad.
En la UBA esto incluye las dos facultades en las que formarán parte de la conducción de los centros de estudiantes: Filosofía y Exactas. Distinto es el que caso en Farmacia y Bioquímica donde esa agrupación quedará aliada a otro sector peronista de gran peso en la zona, mientras que varixs militantes surgidos de Derecho ya están en proceso de formar un sello nuevo en algunas comunas de la Ciudad.
Resta saber el futuro de Gabriela Cerruti, que en los últimos días viene bancando a Conde en las redes y acompañándola a los actos de campaña y tiene peso propio como para construir un espacio en torno a su figura.
En el partido entonces quedaría María Suárez, comunera de la 3 y sabbattelista de la primera hora.
