MissBo y Jimena Barón queman todo

Por Charo Márquez
@cafeesamor

La escena musical porteña y la marea verde han dado a luz al dúo menos pensado (bueno, el segundo, porque el primero fue Thalía – Lali): Miss Bolivia y Jimena Barón lanzaron el sencillo Se quema, acompañado con un video de aquelarre -google, amigue, googlee que es gratis-.

Vamos por partes: la letra es un caldero en el que metieron todos los ingredientes de la revolución de las hijas. Tenemos referencias a las exigencias corporales que pesan sobre las feminidades, el rechazo al acoso sexual y a la mercantilización de los cuerpos (yo lo leo, además, como una postura abolicionista, pero ya saben que yo le pongo la discusión trabajo sexual – abolicionismo a todo, así que quizá me esté pasando en la interpretación), la reivindicación de mostrar el cuerpo y hasta del uso de la violencia. Pero también incorpora figuras ancestrales del feminismo pre Ni una menos: Hago poesía de las nietas /De todas las brujas que nunca pudiste quemar.
Por otra parte, el video, dirigido por Daniel Ortega y Pablo D’Alo Abba, vuelve sobre la tradición de Miss Bolivia de invitar a sus amigas a la escena. Todo tiene una estética trapera aunque el ritmo no se termine de adaptar al género en voga, digamos todo.

Jimena es presentada como J Mena (si están quemades como yo, no es Javiera Mena, sino la actriz / cantante argentina). Barón aparece como playera de estación de servicio, lavándole el auto a un señor muy desagradable. En su historia, Miss Bolivia es un ama de casa desesperada frente a su pareja que le devuelve un plato de fideos que no estaba en su punto.

Hay varias líneas y actrices: está Ivana Bife que muestra la pelea de lxs gordxs por conseguir ropa en una sociedad que no asume que el talle único no es el único talle (la ley fue tratada en el Congreso en marzo); Maca Sánchez aparece acompañada de otras jugadoras de fútbol que pelean por la profesionalización del fútbol de mujeres y feminidades (recientemente conseguida); hay otra historia que muestra a unas modelos compitiendo en un certamen de belleza; una madre amamanta a su hije en público y su pecho es cubierto por une agente policial; Carla Morales, activista trans, va a una entrevista de trabajo en la que finalmente queda La Coneja China, en clara referencia a la necesidad de aprobación a nivel nacional de la ley de cupo laboral trans y de su puesta en vigencia en las localidades que ya la tienen. Entre una escena y otra, vemos a la periodista Luciana Peker en pleno goce de putita golosa comiendo un helado contra una pared turquesa.

El final del video es un aquelarre con hoguera incluida en la que las protagonistas prenden fuego todo.

La dupla cinematográfica logró meter en 3:30 minutos una cantidad de reivindicaciones del movimiento feminista con una precisión inusitada.

Un lindo tema para levantar el viernes otoñal.