La convocatoria al Congreso para elegir autoridades de la Federación Universitaria de Buenos Aires disparó, como no podía ser de otra manera, una batería de negociaciones y cruces entre las distintas agrupaciones de la UBA.
La cita es para el próximo lunes a las 17 horas en Uriburu 920, en el local central que la federación posee a pasos de la Plaza Houssay y fue convocada por las conducciones de diez centros de estudiantes que responden a la izquierda, el kirchnerismo y el socialismo.
Esos espacios cuentan -a priori- con la cantidad de delegados suficientes para conseguir el quórum necesario para sesionar. Sin embargo, el armado de esa ingeniería rosqueril no es sencilla y genera tensiones en varios niveles. En cuánto al debate FUBA de izquierda o reformista volvemos a lo que sucedía en los años anteriores, previa conformación de la llamada Nueva FUBA. Desde el reformismo y aliados, como MLI y UES, aceptan que en las elecciones estudiantiles hubo un avance del otro espacio pero no van a participar de la convocatoria ya que advierten que la conducción actual cuenta con mandato hasta mitad del año próximo y vuelven al reclamo que sostuvieron en los últimos tiempos de evitar la doble presidencia, entre otras cuestiones que consideran violatorias del estatuto de la FUBA. En este espacio está en duda a estas horas la posición de Nuevo Derecho (PS porteño) ya que si bien es aliada histórica del reformismo, es una de las fuerzas convocantes al Congreso y si se presenta el lunes podría quedarse con la Secretaría General. Aquí juega el hecho también que el Partido Socialista ya no es parte de Evolución en la Ciudad.
Entre los espacios que integran la convocatoria los debates pasan por la integración de las listas. El Partido Obrero parece dispuesto ahora sí a integrar un mismo espacio con fuerzas más puramente kirchneristas al compartir, como es habitual, la presidencia con La Mella y aceptar, aquí la novedad, que los acompañen La Cámpora y Nuevo Encuentro en una vicepresidencia. De otra forma, no está claro un triunfo de la izquierda si la Nueva FUBA patea el tablero y acredita sus delegados.
Por supuesto, esto generó una gran tensión dentro del Frente de Izquierda. El PTS salió fuertemente al cruce y presentará una lista aparte. Desde el PO respondieron ponderando la defensa de una federación de lucha contra el macrismo y propusieron que las diferencias entre los espacios se resuelvan en asambleas quincenales.
Las agrupaciones del campo popular tampoco irán en unanimidad. Espacios como Sur, Colmena, FANA y CUPP van a ir por afuera en busca de la Secretaría General, aunque tendrán que esperar a ver que resuelve el socialismo o conseguir el voto de algunos delegados ajenos para hacerse de ese lugar.
Así está el escenario al cierre de esta edición. Por supuesto que la rosca, tal como le gusta al Presidente de la Cámara de Diputados, va a seguir hasta último momento, y un poco después también.