Son unas semanas agitadas para el movimiento feminista, la cuarta ola ya es una marea imparable y nadie se calla más. Nunca más. El viernes, Santiago Morcillo, investigador del CONICET, docente de Sociología, fue acusado de violencia basada en género por su ex pareja.
El comunicado salió en su muro de Facebook. Cintia Rodrigo cuenta lo que ya venimos viendo desde el caso Dante Palma en adelante. Mujeres que logran desarmar la idealización de quienes son o fueron sus parejas y ver la violencia a la que fueron sometidas, a veces, durante años. Cómo cuesta ver en los varones deconstruidos las actitudes patriarcales que ya sabemos decodificar en cualquier otro. A veces lleva años hacer ese proceso mental. A veces no lo podemos hacer nunca. Pero cuando lo hacemos, cuando finalmente se abren bajo nuestros párpados otros ojos, es imparable. El feminismo nos junta, nos alerta, nos abraza y nos sana, aunque nos desarme el dolor de lo evidente que no habíamos podido ver.
Los whatsapp ardieron entre lxs miembros de la comunidad de Sociales. Morcillo es un exponente de los estudios de género, es un aliado de la actual dirección del Instituto de Gino Germani y de la Facultad, que hace unas semanas estrenó la flamante Subsecretaría de Políticas de Género.
Estudiantes, docentes, graduadxs se preguntan, en el tercer aniversario del #NiUnaMenos, qué pasará con este caso, uno de los primeros en tomar estado público en esta casa de estudios. Esperando que la institución esté a la altura de las circunstancias.