¿Qué está en juego en el juicio por el travesticidio de Diana Sacayan?

Por 100% Diversidad y Derechos

Este lunes 12 de marzo comienza el juicio por el travesticidio de Diana Sacayan, compañera militante travesti por los derechos humanos, asesinada brutalmente hace poco mas de dos años, por el cual se encuentra imputado Gabriel David Marino, y se continúa la investigación para hallar al menos a otra persona involucrada.

Para la comunidad LGBTI+, éste será un juicio histórico no sólo por la expectativa de lograr justicia para la que fue una de las líderes del movimiento travesti/trans sino porque resultará el primer proceso dónde se discutirá el agravamiento por haberse cometido con “odio a la identidad de género”, además de femicidio.

En ese sentido, Greta Pena, Presidenta de 100% Diversidad y Derechos explicó que “Históricamente, la impunidad y la falta de investigación caracterizaban los asesinatos de travestis y trans. En los últimos años, la visibilidad, las leyes de igualdad y la lucha de las organizaciones generaron un escenario dónde algunos casos llegaron a juicio e incluso a condenas ejemplares, pero en ninguno se aplicó la figura del crimen de odio. En uno solo de ellos, en Salta, la condena incluyó la perspectiva de femicidio, respetando la ley de identidad de género”.

¿Por qué hablamos de travesticidio/crimen de odio y femicidio? Porque como sociedad, y desde la reforma al Código Penal en 2011, entendimos que el homicidio y las lesiones, cuando son cometidos “por (…) odio (…) a la orientación sexual, identidad de género o su expresión”, merecen un mayor reproche y su gravedad se eleva, En ese sentido, Martín Canevaro, Secretario de 100% Diversidad y Derechos afirmó que “los crímenes de odio lesionan, además de la vida o la integridad física de la víctima, el derecho mismo de todxs a la libre orientación sexual y de identidad de género”.

Son delitos en dónde se asesina o lesiona, para someter a la víctima, censurar su identidad, la motivación radica en lo que la víctima “es”, que se aparat de lo normativo-hegemónico. Por ello, la investigación y la aplicación del travesticidio profudizará el cambio cultural y juridico, generará una reafirmación de la tutela a la población LGBTI+, que sigue aún siendo sometida a violencias por prejuicios.

Diana Sacayan se percibía como travesti, haciéndola su identidad política, y al amparo de la ley de identidad de género –de la cual fue una de sus mas destacadas luchadoras- su condición de género femenino, también hace aplicable la figura del femicidio.

Esta figura penal, descripta como quien matare “a una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género”, resulta fundamental porque visibiliza la desigualdad de poder estructural entre las mujeres y los cuerpos feminizados, y los varones.

Hemos acompañado todo este proceso, desde el momento mismo del hallazgo del cuerpo de Diana en su departamento de Flores. Exigimos la aplicación del Protocolo de femicidio para investigarlo, mantuvimos reuniones con lxs fiscales de la causa y con las unidades especializadas. Junto a otras organizaciones, en especial, con la familia y la Comisión de Justicia por Diana Sacayan, estuvimos decenas de veces en las calles, en los medios de comunicación, en charlas políticas.

Con mucho dolor e indignación recorrimos un camino desde aquel 11 de octubre de 2015, extrañándola, recordando sus gestos y lamentando en muchos momentos que no esté presente para encabezar las disputas en estos tiempos tan complejos para nuestra comunidad.

Hoy nos toca presenciar su juicio, lo haremos como compañerxs de la Diana militante de los derechos humanos, exigiendo justicia por ella y garantizando que esta instancia judicial sea un hecho histórico y un hito político en la lucha por los derechos de las personas travestis y trans.