Convocada por la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Victoria Donda, se realizó en el día de ayer la “Mesa de especialistas sobre políticas públicas para abordar la problemática de las drogas”. En la apertura del encuentro Donda remarcó: “lo importante que es que se aborde esta problemática desde las perspectivas de los DDHH y la salud. Propongo dejar de hablar de drogas y pasar a llamarlas sustancias”.
A continuación, reflexiones de los diferentes especialistas que participaron:
Graciela Touze, Presidenta de la Asociación Civil Intercambios manifestó: “Ungass 2016 tuvo aspectos buenos y malos. Bueno como que por primera vez hubo presidentes en ejercicio que dijeron que hay que revisar las políticas de drogas y fueron latinoamericanos, de Colombia México y Guatemala. Y entre lo malo, que no hubo mención a la reducción de daños, a las experiencias con el Cannabis en diferentes países ni a las condenas de pena de muerte que se dan en varios países».
Eduardo Freiler, Juez de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal, expresó. «Pese a lo resuelto en Ungass, Argentina mantiene la política de Guerra a las Drogas y se sigue persiguiendo al arbusto».
Por su parte, Sebastián Basalo, director de la Revista THC, sostuvo: «Nos convocamos acá y agradecemos mucho a la comisión de derechos humanos por seguir dando este debate, a hablar de Ungass 2016, que fue muy importante porque significó asumir el fracaso de la política hacia las drogas llevada a cabo hasta acá».
Carlos Damín, Jefe de Toxicología del Hospital Fernández, agregó que “de los 2000 casos que recibimos en el año en el hospital, 800 son por alcohol, les siguen los psicotóxicos, la cocaína muy lejos, el paco y tuvimos solo 14 casos por intoxicación por éxtasis».
Ricardo Paveto, de la Asociación Reducción de Daños Argentina (ARDA), explicó: «Es incorrecto que se lo configure como un problema de seguridad cuando este es un tema de salud. Que trabaje adecuadamente en un tratamiento un psicólogo, con un médico y una trabajadora social junto a un policía , es difícil».