H.I.J.O.S lamentó el fallecimiento de Elsa Sánchez, viuda de Oesterheld

La agrupación H.I.J.O.S. lamentó el fallecimiento de Elsa Sánchez, viuda del guionista de historietas Héctor Oesterheld, y la recordó como una mujer que les «enseñó a sobrevivir, a luchar y a volver a sonreír».
A través de un comunicado de prensa, recordaron: «Nadie puede saber cómo se sintió el desgarro que le produjo el terrorismo de Estado al llevarse a sus cuatro hijas, a su compañero, a sus yernos y sus futuros nietos».
«Nadie puede saber cómo siguió andando la vida con fortaleza, ejemplo, templanza y militancia. Nadie sabe cómo esa mujer, pequeña de tamaño, fue tan grande contra todo lo que le hicieron los verdugos. Le arrancaron casi todo y no pudieron matarla», continuaron.
«Elsa sobrevivió a todo eso, pisando imposibles, luchando siempre por justicia», y «siguió siendo la abuela de Martín y Fernando, mientras continuó la búsqueda de sus otros nietos», destacaron.
«Elsa fue una Abuela de Plaza de Mayo, una abuela del pueblo», afirmaron de quien era «compañera de Héctor Germán Oesterheld, madre de Marina, Diana, Estela y Beatriz, suegra de Raúl Araldi, Alberto Seindus y Raúl Mortola, abuela de Fernando y Martín».
«También abuela buscadora de sus otros nietos, quienes debieron nacer en cautiverio mientras sus madres y padres estaban detenidos-desaparecidos. Los pactos de silencio y las mentiras de los genocidas impidieron que Elsa conociera a esos nietos, a quienes seguiremos buscando hasta que conozcan su identidad», destacaron.
«Algo que tal vez también sea difícil de creer es que Elsa sonreía: a pesar de todo, había vuelto a sonreír. Ella misma nos dijo alguna vez que los tiempos políticos actuales le habían devuelto la alegría. Por todo, por mucho, esa sonrisa de Elsa valía doble», destacó la agrupación a través del comunicado.
«Y no sólo hablaba de esa alegría: la demostraba en la sonrisa y los ojos entrecerrados. Así buscaba a sus nietos: con convicción y alegría, para recibirlos con la verdad y una sonrisa», dijeron.
«Ninguna despedida alcanza para aliviar el dolor ni para poner todas las palabras justas como para Elsa ahora. Duele mucho despedir a una abuela, y más cuando no llegó a conocer a los nietos que buscaba. Duele decirle hasta siempre, porque en la despedida se va la abuela, la militante, la madre, la compañera», lamentaron.
«Hoy se va Elsa y haber estado tan cerca de ese compañero que inventó en El Eternauta tiempos y viajes que parecían imposibles, tal vez la lleven a los tiempos y los viajes justos, donde todo sea como lo soñó. Porque es justo que haya un tiempo después para Elsa: el de lo posible, el del reencuentro», dijeron.
«No sabemos cómo se llega, pero esperamos que esté ahí, con sus hijas, su compañero y los 30.000.¡Hasta siempre compañera Elsa, hasta todas las victorias!», finalizaron.
TELAM