Ayer por la mañana, se realizó una sesión extraordinaria de Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, con motivo de adelantar la elección de decano para el período 2014-2018. En la misma fue electa Graciela Morgade, luego de que una movilización estudiantil intentara impedir la reunión por considerarla antidemocrática e ilegal.
Américo Cristófalo resultó electo para el cargo de vicedecano, obteniendo al igual que Morgade 9 votos por la afirmativa de los claustros de profesores y graduados. Los representantes estudiantiles no votaron, y se sumaron al reclamo por la anulación de la sesión, en la que el Consejo Directivo debió recurrir a una escribana, quien labró el acta para validar la elección debido al caos reinante.
Desde dicho Consejo expresaron en un comunicado: «Una vez más, en ocasión de la renovación democrática de las autoridades de la Facultad, un grupo minoritario de estudiantes identificados como militantes del PO, del PTS y de Marea Popular intentó impedir la sesión argumentando cumplir el mandato de la asamblea del CEFyL. Sin embargo, esta actitud violenta y antidemocrática no pudo concretarse debido a la gran cantidad de público presente: profesores, graduados, trabajadores no docentes y estudiantes. Cabe aclarar que la sesión fue convocada en el marco del estatuto universitario, encontrándose presentes en la misma la totalidad de los consejeros electos por todos los claustros».
Alejandro Lipcovich, ex presidente de la FUBA y estudiante de esa facultad, sostuvo que «esta sesión se da con el propósito de adelantar la elección de rector de la UBA en la Asamblea Universitaria donde se elegirá a Barbieri ex decano de Económicas. Barbieri expresa de manera más cruda el avance de la privatización de la educación mediante convenios con empresas privadas, negocios para palear el desfinanciamiento del gobierno, la acreditación a la CoNEAU que implica pase de contenidos a posgrado. Las últimas dos elecciones de rector de la UBA sesionaron en el Congreso de la Nación con vallado policial y con represión a los estudiantes que se movilizaban rechazando la asamblea e incluso impidiendo la entrada a los consejeros que rechazaban esta sesión».
Además, mencionó que los estudiantes que acudieron a manifestarse contra la realización de la votación se econtraron con «un cordón de seguridad de las agrupaciones de la gestión (La Cámpora, Movimiento Evita – FUP) y los patovas de la facultad, que impedían que pasen los representantes estudiantiles y la movilización de los estudiantes para llegar».
Al cierre de esta edición, la asamblea del Centro de Estudiantes (CEFyL) decidió tomar la facultad repudiando la forma en que se dio la elección de la nueva decana, y en reclamo de la democratización de la casa de estudios.