Mariana Romano, miembro de la mayoría estudiantil en el Consejo Superior de la UBA e integrante de la agrupación de mujeres “Plenario de trabajadoras”, anunció la presentación de un proyecto en comisiones, ya que “existen importantes hospitales, como el Clínicas o el Lanari, que dependen directamente de la Universidad», «se trata, por lo tanto, de que la UBA ‘haga punta’ en el establecimiento de un protocolo claro para enfrentar una crisis mayúscula de la salud pública (abortos clandestinos) y garantizar los derechos de las mujeres”.
Romano destacó que “con el veto de Macri quedó en evidencia que el rechazo a legalizar el aborto, y resolver de este modo la crisis humanitaria y de salud pública que implica la muerte de miles de mujeres, es una política de Estado. Ocurre que esta situación se replica en las provincias K; la propia presidenta se pronunció en forma contraria al establecimiento de este derecho”.
“La UBA”, agregó, “es formalmente una institución laica, pero no está exenta de las presiones del lobby clerical y reaccionario. Por caso, un cura integra el comité de Ética del Hospital de Clínicas, y el decano de Medicina es citado como “referencia” por el grupo fascista “Provida” que presentó el recurso judicial contra la mujer violada y víctima de la trata. Sin embargo, en 2010 el Consejo Superior se pronunció a favor del aborto legal, con la única oposición de la máxima autoridad de Ciencias Médicas. La reglamentación del aborto no punible en las dependencias universitarias sería un paso de la declaración a la acción, y contribuiría positivamente a la lucha del movimiento de mujeres”.