“La policía no hizo nada para evitar el ataque de la patota” a Ferreyra, declaró un testigo

Edgardo Mari, uno los manifestantes que integraba el grupo del joven militante asesinado de un tiro en el torax, aseguró que uno de los dos patrulleros de la Policía Federal que se habían cruzado sobre la calle Luján “se corrió para que pasen los ferroviarios”.

Ese desplazamiento, añadió el militante, permitió “que continuara la agresión” que culminó con la muerte de Ferreyra y heridas de bala a Elsa Rodríguez, Nelson Aguirre y Ariel Pintos.

Dijo también que, tras haber escuchado “seis o siete detonaciones seguidas” se acercó al patrullero junto a uno de los heridos de bala y les recriminó su “inactividad”.

“Era el patrullero que quedaba luego de que el otro se fuera, en el que había tres uniformados y uno de civil, pero no hicieron nada”, contó.

Aseguró haber visto a alguien vestido con ropa oscura y con “un bulto negro en las manos”, descripción que coincide con la de Gabriel Sánchez, uno de los dos acusados de haber disparado un arma contra los tercerizados.

En otro momento, dijo haber reconocido en el grupo agresor a Guillermo Uño porque “vive a dos cuadras de mi casa” y saber por ello que “tiene relaciones con la barra de Defensa y Justicia”, el club de Florencio Varela a cuya barra pertenece Cristian Favale, el sindicado matador de Ferreyra.

Mari reconoció también haber disparado una gomera contra el grupo ferroviario, tal como se lo ve en los videos, pero dijo no saber quién se la dio “cuando se venía esa orda y tuvimos que defendernos”.

En cambio, aunque admitió que era habitual en esas marcha llevar palos “para hacer cordón o defendernos”, no recordó haber empuñado uno.

El abogado Alejandro Freeland, defensor del número dos del gremio ferroviario, Juan Carlos Fernández, pidió por esa declaración falso testimonio.

El juicio continuará este martes a las 10 cuando declare, entre otros, un testigo protegido que participó de la marcha.

TELAM